Reseña "El hombre ante la muerte" (P.Ariés)

PHILIPPE ARIÉS. El hombre ante la muerte. Madrid, versión castellana de Mauro Armiño, Taurus Ediciones, 1983, 522 páginas.

Si creíamos que el concepto “muerte” formaba parte de nuestro vocabulario corriente, al leer las páginas de Ariés inmediatamente ponemos en duda su inclusión en nuestro diccionario mental. Es por ello que esta “enciclopedia del concepto muerte” posee la capacidad decautivar hasta el último punto de su conclusión.

Creemos que una reseña es poco para discutir este texto, no sólo por su cantidad de páginas, sino que por todas las temáticas que se pueden desprender en torno al concepto de la muerte. Atendiendo a la tarea intentaremos plasmar nuestros mejores esfuerzos.

Podemos decir que la actitud del hombre ante la muerte ha experimentado cambios desde elmedioevo hasta nuestros días. La muerte al igual que la vida viene en un proceso de decadencia y una constante búsqueda de sentido. La vida se hace cada vez más incierta y la muerte cada vez menos pomposa en una constantemente readaptación que pareciera desvalorizarla, pero no hace mas que valorarla de acuerdo a su tiempo y evocando muchos rasgos de su pasado.

Ariés basa su investigaciónprincipalmente en estudios de casos, se puede observar detrás de cada página una minuciosa revisión de fuentes documentales como cartas, testamentos, archivos parroquiales, obras literarias y otros que pueden quedar por ahora en el tintero. Así también podemos apreciar un crítico análisis de su realidad que encajan a la perfección con sus investigaciones y permiten cerrar este recorrido de varios siglos.Nos situamos en el siglo XI aproximadamente. La muerte simboliza un suceso de extrema relevancia. Antes de morir se deben seguir ritos que van desde la postura corporal, como la muerte mirando hacia la muralla o en dirección a Tierra Santa; hasta la emisión de los últimos deseos del moribundo. Tras la muerte está la convicción del Paraíso, pero a la vez el peligro del Infierno, especialmente paraquienes no han tenido un buen morir, como los ahorcados que son condenados incluso después de la muerte. Con la aparición del Purgatorio en el siglo XVII y XVIII, se desarrolla la convicción de un cuerpo y alma separados, la salvación de esta última ahora depende de plegarias, liturgias, riqueza y pago de indulgencias.

La transición de la muerte va desde las antiguas ars moriendis a una quepasa casi desapercibido.

El testamento en este periodo de transición se transformó en una carta al paraíso, cuyo significado se fue modificando a medida que pasó del “egocentrismo en papel” durante el siglo XVIII, al altruismo con la iglesia y la sociedad, llegando finalmente a manifestarse en cartas y la voluntad expresa de los herederos.

Este proceso también posee elementos macabros, que anuestro juicio, configuran las distintas visiones de la muerte. Se nos presenta a un transido que nos recuerda lo efímero de la vida, lo temeroso y horrible que puede resultar la muerte. Esta nueva imagen es fruto del sadismo y de la muerte como deseo sexual que hasta el XVIII los relatos califican, en ocasiones, como espantosos vejámenes de cementerio contra los cuerpos jóvenes. Peroparalelamente se desarrolla el concepto de la muerte esperada, liberadora y feliz como es el caso de la familia La Ferronays o las obras literarias de las hermanas Brönte.

El XVIII es el siglo de los grandes impactos. La muerte domada que podemos apreciar en los siglos XV-XVII se desvanece y comienza a ser vista con escepticismo desde la ciencia constituyendo a la antesala de la medicalización de lamuerte en el siglo XIX y XX principalmente.

Las transformaciones del cementerio, configuran un nuevo culto a la muerte, pasando del anonimato, de los entierros en capillas y las “inhumanas inhumaciones”, a las políticas higienistas, individualidad, personalización y culto de las tumbas que hacen del cementerio un patrimonio social. Pero simultáneamente pasamos a ver la muerte como algo cada vez...