reseña Historia lengua española

Historia de la lengua española
Rafael Lapesa

Si a un manual versado en el recorrido crítico de la lengua española en su formación y evolución se le puede colocar el apelativo de “completo”, ese es el manual que se titula Historia de la lengua española, de Rafael Lapesa Melgar. Ya no solo por el hecho de que sus contenidos, con más de sesenta años de historia, continúen siendo reeditados yutilizados por los lingüistas e historiadores contemporáneos, sino también por el hecho de que estos contenidos aún se mantienen frescos, actualizados y resulten de un gran valor académico para el estudioso de la ciencia.
El contenido se reparte en capítulos que analizan por siglos, o por épocas, las obras o los restos lingüísticos que hayan sobrevivido de cada momento histórico y que ayuden areconstruir cada etapa de la evolución de la lengua española. El análisis es totalmente exhaustivo, dando cabida a una gran cantidad de obras, desde las más representativas de cada etapa a obras menores pero con un contenido lingüístico asimismo interesante.
El contenido de Historia de la lengua española está divido en diecisiete capítulos en los que se detalla la evolución de la lengua en dosimportantes niveles: espacial y temporal (hay que tener en cuenta que, como todas las lenguas, a parte de sufrir una evolución en su gramática y sintaxis con el pasar del tiempo, puede expandirse o desaparecer en algunas zonas por efecto de otras lenguas allí existentes).
La obra se abre con un capítulo que intenta poner a los lectores al tanto de las primeras poblaciones de las que se tieneconocimiento en la Península Ibérica y del lugar que ocuparon, así se menciona la civilización tartesia, cuya grandeza se conoce a través de escritos y leyendas. Los fenicios ocuparon las costas meridionales, ejemplo de ello supone la fundación de Gádir, que más tarde y debido al paso de distintas civilizaciones acabará por conocerse como nuestra actual Cádiz. De la colonización helénica se sabe queprosiguió en Levante, y aquí se mencionan, por ejemplo, Lucentum (actual Alicante), o Emporion (Ampurias). También se mencionan algunas noticias a propósito de los celtas, que podrían haber llegado hasta Portugal y la Baja Andalucía. Se da noticia, a su vez, gracias a la renovada investigación de Menéndez Pidal, de una posible inmigración ligur. También, en esta primera parte del capítulo uno, dedica unbreve espacio a la etimología de ciudades que fueron fundadas entonces y a su origen guerrero, véase Segobia o Berdún (Huesca). En el punto dos del primer capítulo se podría decir que entra en el tema de su estudio, primeramente se comenta la dificultad para descifrar los escritos ibéricos, y además se dan algunos detalles sobre las grafías de las otras poblaciones, como las de lusitania o la delos tartesios, de la que poco se sabe. Punto importante de este capítulo es la descripción del primitivo vascuence, cuya particularidad va a radicar en que será la única lengua peninsular que no acepta el latín. Acerca de su procedencia y su evolución sólo se puede especular, aunque sí se da gran cantidad de información acerca de su extensión y de algunos vocablos y su evolución. En este capítulotambién se dibuja como el latín hablado y escrito en la Península va cobrando poco a poco rasgos propios que cada vez lo irán alejando más del latín hablado en la capital debido al sustrato de las lenguas que antes existían allí. Para terminar se da analizan algunos vocablos provenientes de los celtas, así como vasquismos.
El segundo capítulo comienza con un pequeño resumen sobre la romanizaciónde Hispania con sus hechos más relevantes, como el desembarco de los Escipiones en Ampurias en el 218, o la romanización de las distintas zonas de Hispania. Después se refiere a la lengua de los conquistadores, el latín, describiéndolo como una lengua clara y precisa, así como simple y expresiva. Una lengua perfecta para el modelo de pueblo que ofrecía Roma, cuya principal tarea consistía en la...