Reseña Wall E
En esencia, Wall-E retrata la preocupación incesante del siglo XXI, la del imperioso cambio climático que amenaza con arrojarnos lejos del sistema cotidianoactual, hacia una realidad sumamente distópica, donde toda humanidad se reduzca a seres mórbidos, obesos, tendidos día y noche en un aerodeslizador a modo de silla que reemplaza –acaso suplanta- lafunción de los pies, frente a una pantalla que suple toda actitud humana –desde la más instintiva como la necesidad de alimentarse, hasta la más construida como la necesidad de pasar desapercibido o deadecuación a las tendencias del momento, que son una y la misma cosa-, todo en una nave condenada a dar vueltas por el espacio sempiternamente. Pero más allá de ello, la película de 2008 dirigida porAndrew Stanton, parece plantear lo que ya muchos han augurado: el irremediable paso de la humanidad a un futuro sórdido, del que sólo saldremos al tomar una determinación que vaya más allá de lasadvertencias y que se centren más en un presente.
Todo fue no más que una advertida y desafortunada conclusión de una serie de situaciones que fueron, a su vez, conclusión la una de la otra. Un mundodominado por una corporación (Buy n’ Large, Compre y Mucho en español), cuyo poder en ejercicio es aquel del consumismo desenfrenado e inescrupuloso, que lleva a un estadio insostenible para la Tierra.Es entonces cuando la humanidad es obligada a evacuar la Tierra por un lapso de cinco años en el que un ejército de autómatas se encargaría de hacerla habitable de nuevo. La tentativa falla y eltiempo del viaje pasa a ser indefinido. A su vez, un último sobreviviente del ejército de robots permanece en la Tierra, a modo de soldado japonés que no se ha enterado del fin de la guerra y que permaneceen su puesto, presto al combate, es el último Wall-E –hecho que le otorga su legítima singularidad- haciendo su labor. Entretanto, se encuentra con la primera planta en años, en la que parece...
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