Resistenci al cambio

Teniendo en cuenta algunos de los tantos aportes “innovadores” de Nietzsche y Foucault principalmente, propongo indagar sobre la resistencia al cambio siempre presente en el hombre.
¿Es el hombre por naturaleza resistente al cambio, o su resistencia esta determinada por el poder de la biopolítica? ¿Tiene la biopolítica poder de decisión sobre la vida de los individuos?
Habiéndose desarrolladoesto en una primera parte, se buscará enlazar las correspondientes relaciones con la novela de Ursula Leguin “La mano izquierda de la oscuridad”, y así dar cuenta, en última instancia, de la importancia y la necesidad de los mitos en los tiempos de hoy.


La biopolítica es una suerte de herramienta de intervención o tecnología política, no independiente del biopoder.
El biopoder se constituyea partir de dos elementos clave: la disciplina con sus procesos asociados de anatomopolítica del ser humano, entendido como cuerpo máquina; y la regulación de las poblaciones, donde la preocupación fundamental estará centrada en los procesos del hombre cuerpo viviente o cuerpo – especie, por medio de una nueva tecnología política denominada biopolítica.
“La biopolítica trabaja con la población.Más precisamente: con la población como problema político, como problema a la vez científico y político, como problema biológico y como problema de poder”[1]. Foucault revisa los alcances de la anatomopolítica y su forma de disciplina en las instituciones tales como el hospital, la escuela, el asilo, la fábrica, el cuartel militar y las cárceles. El poder disciplinario termina por automatizar ynormalizar a los individuos.

“Consideren la ciudad obrera, en su existencia efectiva, en el siglo XIX. Se puede observar fácilmente cómo ésta articula, entrecruzándolos, mecanismos disciplinarios de control sobre el cuerpo, sobre los cuerpos, gracias a su reticulación, mediante su subdivisión, mediante la distribución de familias (cada una en una casa) y de los individuos (cada uno en unahabitación). En la ciudad obrera es pues fácil encontrar toda una serie de mecanismos disciplinarios: subdivisión de la población, sumisión de los individuos a la visibilidad, normalización de los comportamientos. Hay una especie de control policía espontáneo ejercido mediante la disposición espacial misma de la ciudad. Hay después una serie de mecanismos reguladores, que conciernen a la población entanto tal y que permiten o inducen determinados comportamientos, por ejemplo, el del ahorro, el alquiler de la vivienda o eventualmente su adquisición. (…) Se trata además de mecanismos ligados con los sistemas de seguro sobre enfermedades o sobre la vejez; con las reglas de higiene destinadas a garantizar la longevidad óptima de la población; con las presiones que la misma organización de la ciudadejerce sobre la sexualidad, por ende sobre la procreación y la higiene de las familias; con las curas destinadas a los niños, con la escolaridad. Como ven, tenemos mecanismos disciplinarios y mecanismos reguladores.”[2]



Entremos de lleno ahora en la novela, donde las relaciones de poder como las entiende Foucault, se observan en su lucha por encontrar el desequilibrio, su dinamismo, lalibertad del individuo.

Antes recordemos de qué va el argumento. Genli Ai (protagonista), es enviado al planeta Gueden, también conocido como Invierno, por atravesar la edad glaciar. Su objetivo es contactar con sus habitantes y proponerles unirse a una liga interplanetaria de carácter “humanista” conocida como el Ecumen. Los guedenianos tienen una particularidad que los hace únicos: sonhermafroditas, y adoptan uno u otro sexo exclusivamente en la época de celo, denominada kemmer. Genly Ai lleva dos años en Karhide (uno de los dos reinos más importantes de Gueden) esperando una audiencia con el rey. Cuando llega el momento, todo apunta a que el rey no goza de un juicio sano, ve al Enviado como una amenaza y a su primer ministro, Estraven, como ejemplo de traición por apoyar a éste. En...