Resquicios de la memoria; olvidos del presente
Resquicios de la memoria; olvidos del presente
“Hay sitios que, aún volviendo, no se puede volver”Flavia Company
El teatro épico de Bertolt Brecht, si algo era con certeza, era un “tipo” de teatro histórico. La obra de Thomas Bernhard , Plaza de los Héroes, también lo es. Pero antes de seguir, deberíamos responder a una pregunta: ¿ qué es exactamente el teatro histórico? Antonio Buero Vallejo dramaturgo español define a este modelo teatral de la siguiente manera: “por se teatro y no historia, es además el teatro histórico labor estética y social de creación e invención, que debe, no ya refrendar, sino ir por delante de la historia más o menos establecida, abrir nuevas vías de comprensión de la misma e inducir interpretaciones históricas más exactas[...] para logralo, el autor no tiene que ceñirse a total fidelidad cronológica, espacial o biográfica respecto a los hechos comprobados” Una de las conclusiones que sacamos es la libertad relativa que el teatro histórico nos proporciona para poder dibujar los hechos. Así pues, debemos entender que la imaginación del autor tendrá una gran importancia, o dicho de otro modo, que será mediante la ficcionalización de los hechos en sí, que el teatro histórico cobrará vida y fuerza. “Escribir teatro histórico es reinventar la historia sin destruirla”. Sobre la ficcionalización de los acontecimientos reales tenemos una multitud de ejemplo: Abre los ojos de Max Aub, El concierto de San Ovidio de Buero Vallejo, Libertad en los tejados de María Teresa León, ¡Ay, Carmela! de Sanchís Sinisterra, y como no, Plaza de los Héroes de Thomas Bernhard.
1Pero el teatro histórico no se queda solamente con la ficción, sino que precisa de una propiedad más; muchos más importante, quizás, que la ya mencionada. Vallejo ...
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