Resultados
POR: ALEJANDRO CASAS. FRAGMENTOS TOMADOS DE JOHN HANLEY PHD.
"Para mí, la derrota es algo puramente temporal…
La derrota simplemente me dice lo que estoy haciendo mal;
…me muestra el camino al éxito y la verdad."
Bruce Lee
Existe un termómetro que mide el nivel de consecución de
logros, metas, objetivos y sueños: se llama “resultados”. Te
gusten o no, son eso: tus resultados. El nivel preciso de la
temperatura de tu accionar, medido por el mercurio del día a
día, en el numerador de la vida. Pero, ¿qué significan en el
fondo esos resultados? Permíteme usar varias metáforas.
Tus resultados son un espejo. El reflejo perfecto de tu propio
ser. Muestran con exactitud lo que están generando tus
decisiones, tus pensamientos, las emociones que tú mismo
te permites, tus acciones, tus reacciones y también aquello
que consciente o inconscientemente no estás haciendo.
Son la imagen clara, verdadera de quién estás siendo, en
cada una de las áreas de tu vida. Por eso son perfectos.
Son tu propio producto. El artículo que sale de tu fábrica,
bien o mal manufacturado, bien o mal empacado, funcional
o defectuoso. El fruto que produce tu propia cosecha: dulce
o amargo, jugoso o seco, abundante o escaso. El plato que
sale de tu propia cocina: en su punto de cocción, quemado
o crudo, simple, salado o sencillamente delicioso. Tu lo has
creado. Has sido el fabricante, el sembrador, el cocinero...el artífice de tus propios resultados.
Normalmente los seres humanos vivimos culpando a las
circunstancias y a los demás cuando las cosas no salen
bien, no nos gustan o no están funcionando. Es una
reacción instintiva, natural: “La culpa es del gobierno, del
vecino, de los ricos, de la pareja, de los padres, de los hijos,
de los socios, de los empleados, del proveedor, delcontratista, del clima, de la crisis, de la situación…”
POR: ALEJANDRO CASAS FRAGMENTOS TOMADOS DE JOHN HANLEY PHD.
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Tú eres el único responsable de tus resultados. Y lo sabes.
El mundo funciona bajo la ley de causa y efecto. Tus
resultados son el efecto, tú eres la causa. La fuente.
Autoevaluación
Piensa por un momento cómo están los resultados en tu
vida. Detén esta lectura y obsérvalos.
¿Te gustan? ¿Estás satisfecho con ellos? ¿Cuáles áreas no
están funcionando como te gustaría? ¿Qué cosas no te
agradan de lo que estás viviendo? ¿Por qué crees que aun
no has alcanzado lo que te has propuesto? ¿Qué cosas
cambiarías si el dinero y el tiempo no fueran una limitación?
¿Qué está retrasando los resultados que anhelas? ¿Ves
algún patrón común al comparar tus resultados entre sí?
Los resultados no son buenos ni malos en sí mismos. Ni
correctos ni incorrectos. Son simplemente información. De
hecho, muy valiosa información. Información a tu favor.
Sean los resultados que sean, ellos son siempre excelentes
noticias! No mienten. Son absolutamente sinceros contigo.
No hay hipocresía en ellos. Es lo que es. Tienes lo que
tienes. Cero especulaciones. Te miran a la cara y te hablan,
si tú también los miras a la cara. Te muestran la realidad.
No la maquillan, no la disfrazan… eso es estupendo!
¿Dónde encuentras ese tipo de objetividad y franqueza?
¿Quién te va a entregar una radiografía tan precisa? Nadie.
Ni siquiera tus amigos o tu familia. Desafortunadamente
ellos no tienen esa capacidad. Y seguro puedes escuchar
con mayor facilidad y apertura a tus resultados, que a ellos.
Ahora, si los resultados son importantes, aún más
importante es la experiencia que puedes adquirir en el
proceso, al confrontarte con esos resultados y aprender de...
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