Resumén El Segundo Sexo

EL SEGUNDO SEXO (Texto) Simone de BEAUVIOR
Marco.- “Por medio de la pereza y la corrupción se ha hecho de la mujer un ser aparte, que no tiene más arma que su sexo, lo que no solo significa la guerra eterna, sino también una guerra malsana adorando u odiando y los recelos de una pequeña esclava eterna” es un devenir histórico, no es posible descubrir entre el macho y la hembrahumanos una rivalidad de orden puramente fisiológico. Más lógicamente se puede situar su hostilidad en terreno intermedio entre la biología y la psicología que es el psicoanálisis.))) JAVIER.- La mujer, se dice, envidia el pene del hombre y desea castrarlo. Pero el deseo infantil del pene no se transforma en algo importante en la vida de la mujer adulta amenos que considere su femineidad como unamutilación. Se admite que su sueño de castración tiene un significado simbólico: desea privar al macho de su trascendencia.
La sociedad codificada por los hombres decreta que la mujer es inferior, y ella sólo puede abolir esa inferioridad destruyendo la superioridad viril, por lo que se dedica a mutilar y dominar al hombre, le contradice y niega su verdad y sus valores. De ese modo solo intentadefenderse. Toda opresión crea un estado de guerra. El existente considerado no esencial no puede dejar de pretender el restablecimiento de su soberanía.
Actualmente la batalla asume otra forma. En vez de querer encerrar al hombre en un calabozo, la mujer intenta evadirse. Ya no busca arrastrarlo a las regiones de inmanencia (estado de intrascendencia), sino que prefiere emerger a la luz de latrascendencia.
Son dos trascendencias que se enfrentan; en vez de reconocerse mutuamente, cada libertad quiere dominar a la otra. Esa diferencia de actitud se señala tanto en el plano sexual como el espiritual. La mujer “Fémina" al manifestarse como una presa pasiva intenta reducir también al macho a su propia pasividad carnal. Se esfuerza por atraerlo a la trampa, en encadenarlo mediante el deseo queprovoca al constituirse dócilmente en cosa. La mujer “emancipada” en cambio, se prefiere activa y aprehensiva, y rechaza la pasividad que el hombre pretende imponerle. Pero la mujer moderna acepta los valores masculinos y se jacta de pensar, actuar, trabajar y crear igual que los machos; en lugar de intentar disminuirlos afirma ser igual a ellos.
Cuando se construye un arma con su debilidad y sufuerza a la vez, ya no se trata de un cálculo preconcebido: busca espontáneamente su salvación en el camino que le ha sido impuesto, el de la pasividad, al mismo tiempo que reivindica activamente su soberanía.
La disputa durará en tanto hombres y mujeres no se reconozcan semejantes. Los adversarios que se enfrentan en su pura libertad, podrían llegar fácilmente a un acuerdo, más aún si la guerrano beneficia a ninguno. La mujer persigue un sueño de renunciamiento, y el hombre un sueño de enajenación.))) La opresión se explica por la tendencia del existente a evadirse enajenándose en el otro. Hoy día, esa tendencia vuelve a encontrarse en cada hombre singular, y la inmensa mayoría cede. El marido se busca en su esposa, y el amante en su querida bajo la figura de una estatua de piedra.
Sele podría liberar, liberándolas. Pero es precisamente eso lo que teme y se obstina en las mistificaciones destinadas a mantener a la mujer entre cadenas.
ALDO.- Muchos hombres tienen conciencia de que ella es víctima de un engaño: “¡Qué desgracia ser mujer! Y cuando se es mujer, la mayor desgracia, en el fondo consiste en no comprender que es una desgracia”…Kierkegaard. Nos dedicamos a disfrazarese dolor al prohibirle trabajar y mantenerla en el hogar; es defenderla contra de si misma, es asegurar su bienestar, se disimulan las cargas monótonas que le incumben: cuestiones domésticas y maternidad a cambio de su libertad.
Toda su educación conspira para apartarla de los caminos de la rebelión y la aventura; la sociedad entera—comenzando por sus respetables padres --- le miente al...