Resumen 50
El saber sobre el trabajo
en el currículo escolar
Alicia Camilloni *
La oposición entre educación técnica y educación académica revela una estratificación de saberes que legitima el orden social. Superar
esta tensión sería un camino para construir una sociedad diferente.
Profesora de Filosofía
y Pedagogía. Docente y directora de la maestría en Didáctica de la Facultad
deFilosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires. Vicerrectora de la Universidad de Palermo. Autora de numerosos trabajos sobre educación superior, enseñanza, currículo y evaluación de la
calidad de las instituciones y de los aprendizajes.
Cuando nos preguntamos qué formación debe brindar la escuela secundaria a sus egresados para que puedan iniciar estudios superiores con losconocimientos que les requieren las instituciones de educación superior, estamos haciendo un recorte en las funciones que debe cumplir la escuela secundaria. Es indebido que nos limitemos a esa pregunta y que nos planteemos solamente qué debe ofrecer a sus alumnos para que estén en condiciones de hacer un buen ingreso y un estudio exitoso en el nivel superior. La pregunta seguramentemás importante es qué tipo de for- mación tiene que brindar la escuela secundaria a todos sus alumnos y, en particular, a los que no van a seguir estudian- do. ¿Con qué estructura, currículo y organización puede la escuela lograr sus objetivos pedagógicos?
Durante casi todo el transcurso de la historia de la edu- cación formal, una característica de las escuelas de mayor prestigio ha sido laafirmación de los valores académicos por sobre los de la formación técnica y vocacional. Esta
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oposición tiene profundas raíces. La estra- tificación de los saberes en académicos y técnicos, estos últimos ligados al trabajo, a diferencia de los académicos que se asocian al desarrollo personal y a la ciencia, repro- duce la división del trabajo en intelectual y manualy la estratificación social entre quie- nes piensan y dirigen y quienes ejecutan las órdenes que reciben.
Una concepción igualitaria de la educa- ción debiera proponerse trastrocar esa estra- tificación haciendo desaparecer divisiones que se reflejan tanto en el sistema escolar cuanto en la organización del currículo. Las reformas escolares, sin embargo, no tienen éxito en el logro deese objetivo a pesar de que es un fin primordial de la educación desde un punto de vista filosófico y pedagó- gico. Los obstáculos que enfrentan son, a la vez, externos e internos al sistema escolar. Los sistemas binarios, que diferencian tipos de escuelas académicas y técnicas, al igual que los sistemas con currículo integrado de estudios académicos y técnicos, tienen gran- desdificultades para superar la estratifica- ción de los saberes. De acuerdo con Michael Young (2000), la principal dificultad estriba en que la estratificación de los saberes, que reproduce y legitima la estratificación social, sirve al mantenimiento del orden social, siendo sostenida igualmente por las formas tradicionales de organización del saber que se reproducen en la formación de losdocentes y en la organización del currí- culo escolar.1
Derivada de esta aguda diferenciación, la introducción del saber sobre el trabajo constituye uno de los componentes que pre- sentan mayor dificultad y complejidad en los
procesos de planificación curricular. Aunque esto responde, en apariencia, a la necesidad de considerar un gran número de opciones que tienen, cada una, diversosalcances y diferentes problemas prácticos, las raíces de la cuestión están lejos de ser superficiales. Se originan en compromisos sociales, cul- turales, económicos y políticos. Resolver este problema no es una cuestión menor en el planteo curricular, ya que encontrar el modo de desarrollar en todos los alumnos el saber sobre el trabajo constituye una cuestión esen- cial, una de...
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