Resumen Cap Tulo 1
los contenidos de este capítulo no serán materia de examen
Tema
1.-‐
Introducción
1.-‐
Qué
es
la
atención
La
atención,
es
un
concepto
engañosamente
familiar;
todos
creemos
saber
qué
es,
pero
nada
más
lejos
de
la
verdad. Lamentablemente,
éste
sigue
siendo
un
concepto
difícil
de
definir
para
los
psicólogos.
William
James
(1890)
decía:
“Todo
el
mundo
sabe
lo
que
es
la
atención.
Consiste
en
que
la
mente
toma
posesión,
de
manera
clara
y
lúcida
(….)
Implica
dejar
a
un
lado
algunas
cosas
con
el
fin
de
abordar
otras
eficazmente”.
Sin
embargo,
estaríamos
más
cerca
de
la
realidad
si
dijéramos
que
“nadie
sabe
que
es
la
atención”
o,
al
menos,
que
no
todos
los
psicólogos
están
de
acuerdo
en
su
definición.
Un
problema
es
que
la
“atención” no
es
un
concepto
unitario,
sino
un
término
que
engloba
diversos
fenómenos
psicológicos:
Shiffrin
(1988)
“El
término
atención
se
ha
utilizado
para
referirse
a
todos
aquellos
aspectos
de
la
cognición
humana
que
el
individuo
puede
controlar
(…)
y
a
todos los
aspectos
de
la
cognición
relacionados
con
las
limitaciones
de
recursos
o
de
capacidad,
incluidos
los
métodos
para
abordar
dichas
limitaciones”.
A
pesar
de
la
multiplicidad
de
aspectos
que
se
suelen
incluir
en
todas
las
definiciones
de
la
atención,
existe
un
acuerdo
en
que
la
atención
se
caracteriza
por
una
capacidad
limitada
de
procesar
información
y
que
este
procesamiento
se
puede
controlar
intencionadamente.
Desimone
y
Duncan
(1995)
caracterizan
la
atención
visual
como:
“El
primer
fenómeno
básico
es
la
capacidad
limitada
para
procesar
información.
En
un
momento
dado
sólo
se
puede
procesar
y
utilizar
una
pequeña
parte
de
la
información
que
llega
a
la
retina”.
[Sin
duda,
tenemos
la
sensación
subjetiva
de
que,
aunque
seamos
capaces
de
elegir
a
qué
prestar atención
visualmente,
existen
importantes
limitaciones
en
la
cantidad
de
información
a
la
que
podemos
atender
en
un
momento
determinado].
Es
evidente
que
la
“atención”
es
un
término
que
se
emplea
para
referirse
a
distintos
fenómenos
y
procesos,
y
esto no
solo
sucede
entre
los
psicólogos,
sino
también
en
el
uso
cotidiano
que
se
hace
de
ese
vocablo:
el
mismo
término
se
aplica
a
distintos
aspectos
y
experiencias
en
el
lenguaje
cotidiano
y
cada
psicólogo
lo
define
de
una
manera.
Fue precisamente
la
existencia
de
ambigüedades
como
esta
las
que
llevaron
al
éxito
a
la
corriente
conductista.
J.B.
Watson
(1919)
escribió:
“Si
yo
les
preguntara
qué
significan
para
ustedes
los
términos
que
utilizan
habitualmente,
pronto
se
quedarían
sin
palabras.
Creo
que
incluso...
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