resumen capitulos 13 y 14 Recovered Google Docs
Capítulo 13
,
Comunicación, lenguaje y pensamiento de los niños sordos
y
capítulo 14,
La educación del niño sordo en una escuela integradora.
Durante décadas se ha tratado de determinar el impacto de la pérdida auditiva en la forma de conocer,
recordar, comunicarse, aprender, hablar, relacionarse o vivir con disminución sensorial.
No es sencillo obtener conclusiones que puedan generalizarse a la mayoría de los niños y niñas sordas,
ya que estos no forman un grupo homogéneo, si no que existen muchos subgrupos.
Las personas sordas tienen una inteligencia semejante a la de las oyentes, no encontrándose retrasos en
el desarrollo sensoriomotor, salvo en la escala de imitación vocal. A la hora de la planificar la conducta,
anticipar situaciones, los sordos manifiestan mayores retrasos y dificultades. Su evolución se enfrenta
con problemas derivados de sus dificultades para adquirir e interiorizar el lenguaje oral.
Ante estos problemas, las respuestas de las personas sordas son muy diversas. Unas son capaces de
apropiarse del lenguaje oral y utilizarlo mentalmente; otras adquieren un sistema lingüístico más
sencillo para ellos, el lenguaje de signos, otras buscan estrategias alternativas que les permitan, aunque
con menores garantías de éxito, sustituir o completar su retraso lingüístico. Otras, finalmente,
permanecen más anclados en formas de razonar y pensar para las que no se exigen adquisiciones y
aprendizajes superiores.
FACTORES A TENER EN CUENTA:
1.‐ El nivel de pérdida auditiva.
Se evalúa por la intensidad de la misma en cada uno de los oídos. Está comprobado que la pérdida
auditiva esta estrechamente relacionada con el habla interna, la lectura labial, la lectura del texto escrito
y la inteligibilidad del habla.
2.‐ La edad de comienzo de la sordera.
Cuánta más edad tiene el niño, y posee mayor experiencia con el sonido y con el lenguaje, se facilita más
su posterior evolución lingüística. Antes de los tres primeros años la competencia lingüística es
demasiado frágil y no se ha producido una organización de la función neurológica. Por el contrario, los
niños cuya sordera se produce después de los tres años, tienen una dominancia cerebral más
consolidada y pueden mantener su lenguaje interno. Después de los tres años el objetivo es mantener el
lenguaje ya adquirido y enriquecerlo a partir de la experiencia que ha acumulado
3.‐ Su etiología.
Hay dos grandes tipos de causas: las de base hereditaria entre un 30% y un 50%, y las adquiridas (
rubéola, anoxia prenatal, incompatibilidad de RH...). Se han hecho estudios en los que se concluye que
las niñas y niños sordos profundos cuya causa es hereditaria tienen un mayor nivel intelectual que los
sordos con otro tipo se etiología.
4.‐ Los factores educativos y comunicativos. Familia.
La actitud de los padres ante la sordera de su hija va a tener una notable influencia. Éstas pueden ser
dispares: desde aquellos que tratan de negar su existencia y no se adaptan por tanto a las necesidades
del niño, hasta los que protegen excesivamente. En una posición más positiva, se sitúan los que asumen
las consecuencias de la sordera, crean un ambiente relajado de comunicación e intercambio y utilizan
con su hijo todo tipo de recursos comunicativos y favorecen su autonomía personal.
Si los padres son también sordos, éstos aceptarán son más facilidad la sordera, comprenden mejor su
situación y ofrecen al niño un sistema de comunicación, el lenguaje de signos, que va a aprender con
gran facilidad y de forma espontanea.
En el caso de los padres oyentes, que son el 90% del total, experimentan mayores dificultades para ...
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