resumen cazadores de microbios capitulo 6

RESUMEN: roux y behring
Emilio Roux, el fanático auxiliar de Pasteur, se hizo cargo, en 1888, de las investigaciones que el maestro había tenido que abandonar y empezó a trabajar a cuenta propia, descubriendo poco después que el bacilo de la difteria destila un veneno extraño y que un gramo de esta substancia basta para producir la muerte de dos mil quinientosperros.
Emilio Behring, el romántico discípulo de Koch, descubrió en las sangre de los conejillos de indias un poder extraño, un algo desconocido que hacia completamente inofensivo el poderoso veneno de la difteria.
Roux escarbaba vampíricamente en los brazos de niños muertos; Behring, en la oscuridad de su ignorancia daba narices contra hechos que ni los mismos dioses hubieran podido predecir.Descubrieron la antitoxina diftérica, pero nunca lo habrían logrado sin el modesto descubrimiento de Federico Loeffler.
Loeffler fue aquel cazador de microbios que tenía que estar abatiendo sus bigotes enhiestos para poder observar el microscopio.
La difteria, que varias veces cada cien años presentaba intensas altas y bajas en su virulencia, se encontraba entonces en unos periodos culminantes;las salas de los hospitales de niños ofrecían un aspecto desolador con tanto lamento desesperado; los ataques de tos espasmódica anunciaban la asfixia; en las tristes filas de estrechas camas las blancas almohadas encuadraban caritas que se tornaban lívidas bajo el apretón de una mano desconocida.
Loeffler examino un niño muerto tras otro; rebusco en todos los rincones de aquellos cuerpecitos;tiño centenares de preparaciones de todos los órganos; ensayo y no tardó mucho en conseguirlo- cultivar aquellos bacilos en estado de pureza. Pero de todos los sitios donde los busco, en todos los rincones de cada cuerpo, no encontró microbios más que en las gargantas obstruidas por las membranas, y siempre, excepto en uno o dos casos, vio los mismos bacilos en forma de maza.
No ha existido jamás uninvestigador más concienzudo que Loeffler.
Esto se lee en las siguientes líneas suyas: “este microbio debe ser el causante; pero no lo he encontrado en unos cuantos niños fallecidos de difteria; ninguno de los animales que he inyectado ha quedado paralizado como sucede con los niños.
La difteria hacía estragos en parís; Roux y Yersin fueron al hospital de niños y hallaron el mismo bacilomencionado por Loeffler, lo cultivaron en matraces, y empezaron por hacer lo que era corriente; inyectar grandes cantidades del caldo de cultivo a innumerables pájaros y cuadrúpedos destinados a morir sin satisfacción de saber que eran mártires.
Casi en el primer momento dieron con uno de los hechos comprobantes que Loeffler no había sido capaz de hallar: el caldo de cultivo diftérico paraliza a losconejos. A los pocos días de recibir esos animales una inyección intravenosa, los entusiasmados experimentadores pudieron observar como arrastraban las patas traseras, como iban avanzando la insensibilidad hasta llegar al cuarto delantero y como morían finalmente, víctimas de una parálisis horrible.
-los conejos son atacados de la misma manera que los niños. Murmuraba Roux.
La predicción deLoeffler cruzo como un relámpago por la mente de Roux.
–Deben ser microbios los que engendran en el caldo un veneno que paraliza y mata los conejos- musito. Por algún tiempo se sobrepuso su espíritu de investigador. Tenía que demostrar que el bacilo de la difteria secretaba una toxina. Dio comienzo en colaboración con Yersin, a una serie de tanteos nada científicos.
Antes que ellos no había habidocazador de microbios que hubiese extraído un veneno mortal del cuerpo de los microbios.
Roux se puso a investigar, a trabajar materialmente. Tomo unos cuantos matraces y sembró cultivos puros de bacilos de la difteria, colocándolos después en la estufa de cultivo.
Y montaron un aparto extraño: un filtro en forma de bujía hueca de porcelana porosa, el cual dejara pasar el líquido y retuviera los...