Resumen conferencia 16 Sintoma

PARTE III - TEORÍA GENERAL DE LAS NEUROSIS
1916-7 [1917] - LECCIÓN XVI. PSICOANÁLISIS Y PSIQUIATRÍA
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“Habréis, pues, de limitaros a escucharme…”
Inicia su exposición con una condición un tanto particular, exige a su auditorio atenerse a sus razonamientos absteniéndose de criticarlos o enjuiciarlos de alguna manera.
“Habréis, pues, de limitaros a escucharmeatentamente, dejando que aquello que voy a exponeros actúe sobre vuestra inteligencia”
Advirtiendo que tal petición podría significarle una nueva crítica, la de eludir legítimos cuestionamientos a su doctrina, cubre ese flanco aclarando “No creáis, sin embargo, que quiera dar a estas conferencias un tono dogmático ni que intente exigiros una incondicional adhesión”. Sin embargo, es eso mismo loque ha impuesto a su auditorio, más aún, justifica su actitud en la imposibilidad de sus oyentes de formarse una opinión respecto de lo que escucharán durante el desarrollo de la conferencia.
…vuestra carencia de preparación no os permite someter a juicio alguno mis afirmaciones, no podréis admitirlas desde luego, pero tampoco os será lícito rechazarlas de plano. (1)

Los ActosSintomáticos
Freud narra que algunos de sus pacientes tenían la desagradable conducta de dejar la puerta abierta una vez que ingresaban a su gabinete de trabajo. Este acto, al parecer, despertaba el enfado y pero también el interés psicológico de Freud.
“En cuanto lo advierto, y cualquiera que sea la calidad social de la persona, no dejo nunca de hacerle observar, con enfado, su negligencia yrogarle que la repare”
Afirma que esta conducta lejos de ser accidental o azarosa, es reveladora de la actitud inconsciente del paciente hacia la figura del médico. Es decir, no es un hecho trivial y carente de importancia, sino que está adherido a significaciones personales que el médico no debe dejar de atender.
Un caso de celos delirantes
Un joven del ejército lo consulta por la salud de susuegra. La señora, de 53 años de edad, en buen estado de salud, casada desde hacía 30 años en feliz vínculo con su esposo, repentinamente pierde la paz de espíritu por unas sospechas de infidelidad de su esposo. Freud sostiene que dichas sospechas eran absolutamente infundadas (2).
Una carta anónima –más tarde supo que fue enviada por la criada de la familia- le advertía a la mujer que su maridomantenía una relación extramatrimonial con una empleada de la fábrica de la que el señor era propietario.
Su criada, se dijo, envidiaba mortalmente a la empleada de la fábrica por su mejor condición y estatus laboral, aun cuando compartían el mismo origen humilde. Por ello recurrió al ardid de la falsa imputación para perjudicarla y quitarla del medio.
Concibió semejante plan, el de enviar lacarta, luego de escuchar decir a su patrona que lo peor que podría ocurrirle en la vida sería descubrir el engaño de su esposo.
Una vez descubierta la intriga la familia despide a la criada y el tema queda aclarado. Sin embargo, la señora no puede desalojar de su mente la sospecha de que su esposo la engañaba con la empleada de la fábrica.

Interpretación del caso
Freud interpretó que la señorase sentía inconscientemente atraída por su yerno (el mismo que solicitó el tratamiento). Un hombre joven y vigoroso, en la flor de su vida y con la capacidad intacta para satisfacer sexualmente a una mujer, no podía serle indiferente a “la enferma”, más aun considerando que su esposo, tierno y dulce, ya habría perdido para esa época los ímpetus eróticos de la juventud. Lo aberrante de su deseo lallevó a proyectar sobre la figura del marido, un apetito sexual que en realidad le pertenecía y que la hacía sentir mortalmente culpable.
La paciente escondía un intenso amor hacia un joven - aquel su yerno a cuya instancia había acudido a mi consulta -; pero no se daba perfecta cuenta de este sentimiento, pues, además de que apenas era consciente en ella, los lazos de parentesco que la unían...