Resumen Crítico. Libro Lenguas En Guerra

LENGUAS EN GUERRA

Mediante este texto la autora pretende liberar a las lenguas de una carga y un contenido ajeno a su misma definición; este libro constituye una declaración de inocencia, un retorno a los orígenes humanos y, podríamos decir, biológicos de las lenguas con el fin de desmontar ciertos mitos surgidos en torno a un concepto deformado del que, históricamente, ha sido elinstrumento comunicativo por excelencia, el lenguaje.


Con este propósito, la autora construye un ensayo en cuyo recorrido renuncia a intentar la vana tentativa de permanecer al margen en su explicación de intrigas y polémicas políticas e ideológicas. De hecho una parte esencial de su argumentación se construye, desde el principio, en base a esta paradoja, ya que, con el fin último de apartarde la lengua connotaciones o elementos políticos asociados generalmente a grupos de identidad e ideologías nacionalistas, se recurre a enfrentar esos contenidos diferenciadores con la función primitiva y unificadora del lenguaje.


La autora divide el libro en cuatro partes diferenciadas, en las que profundiza en distintos aspectos relacionados con el tema central del ensayo y que, almismo tiempo, sirven de indicador a la hora de realizar un análisis del contenido, facilitando la tarea del observador al dividir igualmente su labor en partes diferenciadas y bien definidas.


El primero de estos bloques recibe el apelativo de La lengua universal, y se subdivide a su vez en seis partes: ¿para qué sirve una lengua?, las lenguas son inocentes, miles de años hablando, la formahumana de ver el mundo, por qué las lenguas cargan con la identidad, y finalmente, las lenguas no son iguales.


Este primer bloque sienta las bases en las que se cimentará su crítica posterior al hacer suyas las teorías de Pinker y Chomsky acerca de la existencia de una Gramática Universal y de la naturaleza biológica de la facultad del lenguaje, lo que restaría gran parte de lalegitimidad coyuntural y, ese sentido artificial, que, según la autora, se atribuye hoy día a la lengua como elemento diferenciador y por lo tanto, como parte imprescindible y esencial del planteamiento político de ideologías nacionalistas.


Así, la autora se remonta al que considera el principio de esta peligrosa tendencia asociativa entre lengua y política. Dicha tendencia se relaciona con eltriunfo del mito romántico que, desde posiciones siempre sentimentalistas y viscerales, contrarias por tanto a la razón, erige a las lenguas como elementos diferenciadores, configuradores de una determinada visión del mundo que contemplan como instrumento característico y definitorio de naciones.


El triunfo de esta corriente de pensamiento (siempre al servicio de intereses políticos),lo explica la autora porque, verdaderamente, para dos individuos que hablen diferentes lenguas las barreras comunicativas son evidentes; así, por mucho que se defienda la existencia de una Gramática Universal, siempre resultará fácil revestir a la lengua de apéndices románticos y sentimentalistas, que al servicio de intereses pragmáticos y utilitarios, perviertan la naturaleza de originalinocencia de las lenguas, nacidas y concebidas desde sus inicios como elementos aglutinadores y de cohesión de grupos humanos y no como armas empleadas en la división y la diferenciación de esos mismos grupos.
La segunda parte del libro titulada Una convivencia de siglos, recoge en su encabezamiento el propósito de la autora en este nuevo bloque. Así, resalta algunos hechos curiosos que resultandestacables. En primer lugar, se llama la atención acerca del papel alumbrador del vasco en relación con el nacimiento del castellano, al que contribuyó eliminando ciertas vacilaciones de una lengua en continuo crecimiento y sometidas ambas, a numerosas influencias; así se aprecia en aspectos comunes tanto estructurales como fonéticos. Esa primera matriz nacida fruto de una convivencia cimentada...