resumen de la guerra en El salvador
La historia es maestra de la vida, y por eso es necesario hacer recuentos puntualizados de lo que pasó, no para "llorar sobre las cenizas", como dijo el Presidente Cristiani en su mensaje el día de la firma del Acuerdo de Paz, en México, sino para que el pueblo entero sea capaz de construir sobre los escombros. La primera gran lección de la guerra esque si los problemas no se analizan, comprenden y resuelven dentro de una natural dinámica evolutiva, hasta las cosas que parecen más inverosímiles pueden ocurrir dentro de una sociedad. Si hace veinte años se le hubiera preguntado a cualquier salvadoreño si creía posible una guerra intestina en el país por motivos sociales y políticos, la respuesta hubiera sido tan absolutamenteescéptica como si hace sólo unos cuantos meses se le hubiera preguntado al mismo salvadoreño si creía en la solución política del conflicto, por la vía del entendimiento negociado. De ahí que la segunda lección de la guerra es que el escepticismo ante la realidad es mal consejero, si se usa como negación sistemática de hechos posibles.
Aunque las raíces más profundas de la guerra son sociales yeconómicas, su detonante principal fue de carácter político. Una sociedad como la nuestra, aferrada por hábito secular a estructuras y métodos autoritarios y excluyentes, no le dio escapes legítimos a la disidencia y ésta explotó de la manera más inhumana y salvaje abriéndole paso a una crueldad destructiva que tiene pocos paralelos en América. Los que hicieron la guerra estaban contra lasformas y métodos existentes, y para atacarlos buscaron formas y métodos aun más radicales, absolutos y excluyentes. La historia, que tiene también un misterioso signo providencial, hizo que la guerra no se pudiera resolver por las vías de la guerra; y nos llevó a los salvadoreños a una encrucijada salvadora: la destrucción interminable ó el entendimiento razonable. Tercera lección: la historiaes, en ciertos momentos cruciales de la vida de los pueblos, una síntesis de lo indispensable para sobrevivir, y hace que las sociedades, por cerradas y negadoras que sean, acaben aceptando dicha síntesis.
Luego de once años de confrontación bélica declarada; luego de una pérdida de vidas que se cuenta por millares; luego de una destrucción material que sobrepasa ampliamente el billón dedólares; luego de que la guerra ya no tiene ninguna salida por la vía de las armas, el esfuerzo de entendimiento político ha llevado a un Acuerdo de Paz definitiva. Es hora, pues, de pasar a otra etapa de la vida nacional, con grandes heridas y pérdidas, pero también con grandes responsabilidades y esperanzas. Si algo nos satisface profundamente es percibir que la gran ganadora del fin delconflicto es la democracia salvadoreña, esa eterna ausente del pasado, esa categórica protagonista del futuro. El libro de la historia no se cierra nunca. Ahora que los hechos están muy próximos y aún palpitan dolorosamente en nuestra memoria personal y colectiva, tenemos la obligación moral y patriótica de rescatarlos para recoger sus enseñanzas. No se trata de recordar para que las heridas semantengan abiertas; sino de recapitular para comprender los signos de las cicatrices, que quedarán ahí, hasta en los tejidos más profundos de esta patria a la que tanto amamos y a la que con tanta responsabilidad nos debemos.
El testimonio que se resume en esta edición especial es un tributo de LA PRENSA GRÁFICA al sacrificio y al estoicismo de un gran pueblo. Pero, más allá de eso, es unensayo de servicio a la memoria colectiva, que tiene que estar permanentemente vigilante de que la guerra no se repita jamás, haciendo honor, en las actitudes y los actos de los salvadoreños, a aquellos visionarios conceptos contenidos en la última estrofa de nuestro Himno Nacional: y en seguir esta línea se aferra, dedicando su esfuerzo tenaz en hacer cruda guerra a la guerra; su ventura se...
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