resumen de textos

FIESTA DE PROMOCIÓN Zein Zorrilla Almonacid. Huancavelica.1951.
El ajetreo lo comenzó la Coordinadora de Aula; reunió a las graduandas y soltó la novedad: quedaba anulado el Viaje de Promoción; suspendida la fabricación de los anillos y cancelada la Cena de Gala. Los fondos reunidos a lo largo del año apenas alcanzaban para una entrega de certificados y un Vino de Honor. Las chicas deberíanresignarse a una ceremonia austera, a tono con el trascendente hecho -enarcó una ceja- de abandonar las aulas y entrar de lleno en la realidad del país.
Aquella noche el padre de Jenny halló su casa convertida en un velorio. Las malas nuevas lo derrumbaron. Había soñado con acompañar un día a Jenny a recibir el Diploma; chocar unas copas con otros esforzados padres y retratarse con la nuevaprofesional. El día estaba próximo y al parecer estos sueños naufragarían también.
-La fiesta es lo de menos. -Jenny intentó consolarlo-. Lo triste es que no hay anillos.
En la inacabable noche, el padre evaluó sus posibilidades y el nuevo día lo encontró con una decisión.
-Tendrás un anillo. Uno de pocos gramos, pero de oro. Prepárate a viajar.
Descolgó del ropero su viejo temo azul y loauscultó a la luz de la ventana.
-Con una buena planchada, quedará como nuevo. Ese día tengo que estar elegante.
Jenny voló a sus brazos y bañó en besos aquel rostro barbado.
Ahora que espera el ómnibus junto al puente nuevo, aquella escena vuelve a su memoria. Y la otra, cuando su padre le entregó sus ahorros y su madre la ayudó, con sus rugosas manos adornadas por verdosos anillos de cobre, apreparar sus ropas para el viaje. Ah, sus padres; han depositado toda esperanza en la graduación, pero Jenny se estremece al pensar en ese día, no sabe qué hará luego, ni dónde. Hundida en sus reflexiones apenas repara en la camioneta blanca que detenida frente a ella reclama su atención. Jenny nunca ha visto esa camioneta, ni conoce al conductor. Una mujer de aspecto pueblerino que esperaba junto aella corre al llamado, cambia unas palabras con el conductor y regresa al trote.
-Señorita, ese carro se va a Huancayo y el joven se ofrece a llevarnos.
-¿A mí?
-A usted y a mí. Viaja solo y teme dormirse en la carretera.
Jenny echa un rápido vistazo al piloto. Treinta años, patillas largas y sonrisa ladeada.
-Prefiero esperar al ómnibus.
Los ojos de la mujer chispean, su rostro se ilumina:-Mira hija. Le diremos que soy tu madrina y que viajamos juntas. A dos mujeres no les pasa nada. Vamos. -Hace una seña al conductor-. A medianoche estaremos en Huancayo.
El conductor carga las canastas de la mujer a la tolva y acomoda a Jenny en el asiento delantero. A poco de iniciado el viaje, inicia la conversación.
-Soy Perico Romero. -Se vuelve a las mujeres-.
¿Y con quiénes tengo elgusto?
-Cirila Ochante, verdulera -dice la mujer desde atrás-. Y la niña es mi ahijada. Siempre que viajo a Huancayo la llevo conmigo.
Perico se ilumina con una sonrisa:
-Ah, caray. Todavía no camina sola.
En el instante de coqueteo la camioneta atropella a un perro vago. Jenny se coge la cabeza, pero el conductor inquiere nuevamente:
-¿Y su gracia?
-Me llamo Jenny -dice ella; cuando cumpliólos quince suprimió el apellido de sus presentaciones-. Estudio Administración. Y... viajo con mi madrina.
Perico la felicita. Hace años que él abandonó Agronomía, pero cree que de todas maneras el estudio... Cirila lo interrumpe:
-Ni me hablen de la universidad. Yo saqué a dos hijas profesionales. Lo mismo que nada. Salieron dos maulas, pero ahí entré yo -blande el puño-. Ya quisiera enseñaryo en esa universidad.
Desde un cruce de calles una camioneta roja les hace la señal de detenerse. Lo hacen y un hombre de chaleco se aproxima.
-¿Y Periquito? -Es un cholón robusto en cuya frente danza un cerquillo-. Estamos en hora, compadre. Tenemos que volar.
Lanza una mirada a Cirila, estira el cuello para comprobar si lleva algo en el piso; saluda a Jenny, pero Jenny tiene la cara...