Fernando Savater, inicia a Guisa dePrólogo, una Carta dirigida a su maestra, mencionando, además, que le llama por “amiga”, y también como “amigo”, pero que opta por el femeninopues considera que, en ese país (España), la enseñanzaelemental suele estar mayoritariamente a cargo del sexo femenino; y por una razón intima a quien fue dedicada su obra, a su madre.Señala que en la sociedad se menosprecia la figura del maestro denivel “inferior”, ya que las inversiones mayores son para la enseñanza superior. Además, reflexiona uniendo los términosde filosofía y educación, donde hace hincapié, que el proyecto mismo de lafilosofía, no puede desligarse de la cuestión pedagógica. Hace referencia a que los republicanos progresistasconvirtieron a los maestros en protagonistas de la regeneración social que intentaron llevar acabo, por lo que, consecuentemente, la represión franquista lo cebó; también, menciona quesobre la tarea de educar, el optimismo es de rigor, que no queda más remedio que ser optimista, pues laenseñanza presupone el optimismo tal como la natación exige un medio líquido paraejercitarse. Es decir, que quien no quiera mojarse, debe abandonar la natación; quien sienta repugnancia ante el optimismo quedeje la enseñanza y que no pretenda pensar en quéconsiste la educación, ya que educar es crecer en la perfectibilidad humana, en la capacidad innata de aprender y en el deseo de saber que la anima,en que hay cosas como los símbolos,técnicas, valores, memorias, hechos… que pueden ser sabidos y que merecen serlo, en que los hombres podemos mejorarnos unos a otros por medio del conocimiento.Finalmente, realiza unaexplicación del título de su libro, donde habla del valor de educar en el doble sentido de la palabra valor, ya que quiere decir que la educación es valiosa y válida, pero... [continua]
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