RESUMEN DEL HOMBRE QUE CALCULABA

RESUMEN DEL HOMBRE QUE CALCULABA

CAPITULO 1: En el que se narran las divertidas circunstancias de mi encuentro con un singular viajero camino de la ciudad de Samarra, en la ruta de Bagdad. Que hacia el viajero y cuáles eran sus palabras.
¡En el nombre de Allah, clemente y misericordioso! Iba en cierta ocasión al paso lento de mi camello por el camino de Bagdad de vuelta de una excursión ala famosa ciudad de Samara, a orillas del Tigris, cuando vi, sentado en una piedra, aun viajero modestamente vestido que parecía estar descansando de las fatigas de algún viaje. Me para a cierta distancia y me quede observando como si se tratara de monumento histórico de los tiempos legendarios, el raro viajero se puso de pie y dijo en voz alta un numero de varios millones, sentándose luego en latosca piedra del camino. Sin poder refrenar mi curiosidad, le pregunté el significado de aquellos números que sólo podrían figurar en cuentas gigantescas. Forastero, respondió el Hombre que Calculaba, no censuro la curiosidad que te ha llevado a perturbar mis cálculos y la serenidad de mis pensamientos. Y ya que supiste dirigirte a mí con delicadeza y cortesía, voy a entender a tus deseos. Peropara ello necesito contarte antes la historia de mi vida.

CAPITULO 2: Donde Beremiz Samir, el Hombre que Calculaba, cuenta la historia de su vida. Como quede informado de los cálculos prodigiosos que realizaba y de cómo vinimos a convertirnos en compañeros de jornada.
Me llamo Beremiz Samir, y nací en la pequeña alea de Jhoi, en Persia, a la sombra de la pirámide inmensa formada por el monteArarat, siendo muy joven empecé a trabajar como pastor al servicio de un rico señor de Khamat. Por miedo a perder alguna oveja extraviada y ser, por tal negligencia, severamente castigado las contaba varias veces al día. Poco a poco fui volviéndome habilísimo en este arte. Al cabo de unos meses-gracias a nuevos y constantes ejercicios contando hormigas y otros insectos- llegué a realizar laproeza increíble de contar todas las abejas de enjambre. Mi generoso amo poseía grandes plantaciones de datileras, informado de mis habilidades matemáticas, me encargo dirigir la venta de sus frutos, contento con las ganancias que le procuré, mi bondadoso patrón acaba de concederme cuatro meses de reposo y ahora voy a Bagdad, y para no perder el tiempo, me ejército durante el viaje contando losárboles que hay esta región, las flores que la embalsaman y los pájaros que vuelan por el cielo entre las nubes, es fácil concluir que aquel árbol tiene un total de noventa y ocho mil quinientas cuarenta y ocho hojas, es increíble que un hombre pueda contar, de una ojeada, todas las ramas de un árbol y las flores de un jardín. Jamás se me ocurrió pensar que contando los millones de hojas de los árbolesy los enjambres de abejas se pudiera ganar dinero. En una gran capital como Constantinopla o incluso en Bagdad, seria usted un auxiliar precioso para el Gobierno, fácil le sería evaluar los recursos del país, que no le será difícil obtener algún puesto destacado junto al califa Al-Motacén, nuestro amo y señor. Si es así en verdad, no lo dudo, respondió el calculador me voy a Bagadad. Y sin máspreámbulos se acomodó como pudo en mi camello, y nos pusimos a caminar por el largo camino, unidos por este encuentro casual, nos hicimos amigos inseparables. Beremiz era un hombre muy aun joven aun, pues no había cumplido todavía los veintiséis años. Sabía también contar historias y narrar episodios que ilustraban su conversación. A veces se quedaba en silencio durante horas meditando sobrecálculos prodigiosos, le dejaba tranquilo para que pudiera hacer descubrimientos fascinantes en los misteriosos arcanos de la Matemática, la ciencia que los arboles tanto cultivaron y engrandecieron.

CAPITULO 3: Donde se narra la singular aventura de los treinta y cinco camellos que tenían que ser repartidos entre tres hermanos árabes. Como Beremiz Samir, el Hombre que Calculaba, efectuó un...