Resumen del libro 8
En el Libro VIII, Agustín comienza el capítulo I diciendo: “Recuerdo yo mi vida, Señor, dándote gracias y confieso tus muchas misericordias para con migo”.
En elcapítulo VIII, Agustín nos cuenta como se levantó y salió al jardín. Alipio le siguió, sorprendido de sus palabras y de su conducta. Ambos se sentaron en el rincón más alejado de la casa. Agustín era presade un violento conflicto interior, desgarrado entre el llamado del Espíritu Santo a la castidad y el deleitable recuerdo de sus excesos. En el capitulo XII, dice Agustín, “se levanto en mi unainmensa tempestad, que desencadeno un torrente de lágrimas, … y me aparte de Alipio, para llorar, y fui a tenderme, no recuerdo como debajo de una higuera; solté rienda a las lágrimas y de mis ojossalieron como sacrificio aceptable para ti ríos enteros. Y muchas cosas te dije; "¿Hasta cuándo, Señor? ¿Vas a estar siempre airado? ¡Olvida mis antiguos pecados!" Y se repetía con gran aflicción: "¿Hastacuándo? ¿Hasta cuándo? ¿Hasta mañana? ¿Por qué no hoy? ¿Por qué no voy a poner fin a mis iniquidades en este momento?" En tanto que se repetía esto y lloraba amargamente, oyó la voz de un niño quecantaba en la casa vecina una canción que decía: "Tolle lege, tolle lege" (Toma y lee, toma y lee). Agustín empezó a preguntarse si los niños acostumbraban repetir esas palabras en algún juego, pero nopudo recordar ninguno en el que esto sucediese.
Entonces le vino a la memoria que San Antonio se había convertido al oír la lectura de un pasaje del Evangelio. Interpretó pues, las palabras delniño como una señal del cielo, dejó de llorar y se dirigió al sitio en que se hallaba Alipio con el libro de las Epístolas de San Pablo. Inmediatamente lo abrió y leyó en silencio las primeraspalabras que cayeron bajo sus ojos: "No en las riñas y en la embriaguez, no en la lujuria y la impureza, no en la ambición y en la envidia: poneos en manos del Señor Jesucristo y abandonad la carne y la...
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