Resumen dela teoria de la argumentacion de toulmin
IGUALDAD JURÍDICA Y DESIGUALDAD ECONÓMICA EN EL ESTADO CAPITALISTA: LOS DERECHOS SOCIALES
Por J. VILAS NOGUEIRA
En el análisis de Marx resulta una obviedad detectar en el Estado capitalista una relación contradictoria entre la igualdad jurídica, que este Estado instituye, y la desigualdad económica, que el mismo Estado contribuye a mantener. Sin embargo, para la mayoría de los autoresno marxistas, e incluso últimamente para autores que se reclaman del marxismo, cualquiera que fuese la pertinencia de las afirmaciones de Marx respecto al Estado que le era contemporáneo, con posterioridad, y de modo progresivo, se habría afirmado una tendencia a la igualación socioeconómica, tendencia que encontraría también un reflejo jurídico. Al objeto de contrastar esta tesis, recordemos elanálisis de Marx. El núcleo conceptual del modo de producción capitalista se halla en la especificidad estructural de su mecanismo de detracción del trabajo excedente: la plusvalía. Supuesto de esta especificidad es la presencia en la esfera de la circulación del trabajador libre: «la transformación del dinero en capital exige, por tanto, que el poseedor de dinero se encuentre en el mercado con eltrabajador libre, y libre desde un doble punto de vista» (1). Es decir, libre jurídicamente y «libre» de cualquier otra propiedad que no sea su fuerza de trabajo (2). Por parte del poseedor de dinero, «si el dinero
(1) CARLOS MARX: El Capital, trad. Juan M. Figueroa, Rodrigo Peñalosa, M. A. tMuñoz Moya..., Madrid, EDAF, 1970, tomo I, pág. 175 (libro I, sección 2.a, «Compra y vienta de la fuerzade trabajo»). (2) Schelsky enfatiza el papel del trabajo que él llama «no libre» en los orígenes ide la producción fabril: «Primeramente, las nuevas formas de una producción mecánica y centralizada en fábricas sólo pueden reclutar su mano de obra entre ele111
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•*'*'*Revista de Estudios Políticos (Nueva Época) Núm. 14, marzo-abril 1980
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queda tal cual, si conserva supropia forma, ño es, por así decirlo, más que un valor petrificado» (3). / .. Las relaciones de producción capitalista suponen, pues, la confluencia en el mercado del «no trabajador-poseedor de medios de producción» y del «trabajador-no poseedor de medios de producción»: «el capital sólo se da allí donde el poseedor de medios de producción y de subsistencia encuentra en el mercado al trabajadorlibre que va allí para vender su fuerza de trabajo; y esta única condición histórica envuelve todo un mundo nuevo» (4). Este fenómeno de la compraventa de la fuerza de trabajo en las relaciones de producción capitalista no es negado por muchos críticos de Marx. Schelsky, por ejemplo, alude, a su manera, a él cuando hablando de la situación introducida por la revolución industrial y en particular dela problemática de la «alienación», dice: «con ello se relaciona que el trabajo ya no.es entonces para el trabajador cumplimiento de la personalidad y forma de vida, sino que se convierte en objeto de trueque en el contrato laboral ('trabajo como mercadería' (...) 'idea del trabajo como material') y como tal, pierde ampliamente el valor de cumplimiento social y humano de la existencia, degenerandotambién para el empresario en mero factor de costo». Sin embargo, el silencio sobre el estatuto de la compraventa de la fuerza de trabajo, condición estructural de las relaciones de producción capitalista, con ausencia de cualquier otra caracterización alternativa, permite/explica la huida al terreno de las vaguedades espiritualistas. En consecuencia, Schelsky ni siquiera niega la persistencia deaquellas características —que le parecen evidentes en la primera sociedad industrial— en la sociedad actual; se limita a afirmar que ya no se notan con la intensidad de antaño: «cierto que estas características del trabajo industrial ya no se notan hoy, a raíz de la institumentos socialmente desarraigados: brazos 'no libres', tales como los internados - en presidios y casas de trabajo, asilos de...
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