Resumen: el asedio del yo
Mi estado de inmersión social dista de ser anómalo; en verdad, si se compara a un profesor con muchos hombres de negocios y otros profesionales, se comprobará que disfrutan de un grado considerable de aislamiento. Me crié en un pueblecito de Carolina del Norte, las llamadas a larga distancia eran tan raras que cuando se producían la gente seguía comentándolasdurante varias semanas. Los visitantes que venían de otros lugares, más allá de Carolina del Norte, eran recibidos virtualmente como monarcas; casi no había visitantes del extranjero. Hace unos días hablé con una vecina que acababa de celebrar su centenario, me contaba que de niña, casi todas las personas a quienes veía le eran conocidas. La mayoría de esas relaciones eran cara a cara; las visitas alos amigos se hacían a pie o en carruaje.
Hoy en día, sin en cambio las nuevas tecnologías permiten mantener relaciones, directas o indirectas, con un círculo cada vez más vasto de individuos. En muchos aspectos, estamos alcanzando lo que podría considerarse un estado de saturación social. Lo lamentable es que la creciente saturación de la cultura pone en peligro todas nuestras premisas previassobre el yo, y convierte en algo extraño las pautas de relación tradicionales. No cabe duda que se está forjando una nueva cultura.
CONCEPTOS CAMBIANTES DEL YO
Al ampliar el vocabulario de expresión de uno mismo se vuelven posibles otras opciones en el campo de las relaciones humanas. Los términos de que disponemos para hacer asequible nuestra personalidad (los vinculados a las emociones,motivaciones, pensamientos, valores, opiniones, etcétera) imponen límites a nuestras actuaciones. El lenguaje del yo individual está entramado también prácticamente en la totalidad de nuestras relaciones cotidianas.
EL YO: DE LA CONCEPCIÓN ROMÁNTICA A LA POSMODERNA
Hemos, heredado, principalmente del siglo XIX, una visión romántica del yo que atribuye a cada individuo rasgos de personalidad: pasión,alma, creatividad, temple moral. En la cosmovisión modernista, las principales características del yo no son una cuestión de intensidad sino más bien una capacidad de raciocinio para desarrollar nuestros conceptos, opiniones e intenciones conscientes. De cualquier manera, tanto las concepciones románticas como las modernas sobre el yo están desmoronándose por el desuso.
Al ingresar en la eraposmoderna, todas las concepciones anteriores sobre el yo corren peligro, y con ellas, las pautas de acción que alientan. Ha sido puesto en tela de juicio el concepto mismo de la esencia personal. Se ha desmantelado el yo como poseedor de características reales identificables como la racionalidad, la emoción, la inspiración y la voluntad. En las condiciones vigentes en el posmodernismo, laspersonas existen en un estado de construcción y reconstrucción permanente; es un mundo en el que todo lo que puede ser negociado vale.
Inclusive, el concepto del yo vigente en otras culturas y períodos históricos pueden comenzar a revelarnos hasta qué punto pueden ser frágiles e históricamente fluctuantes nuestras actuales concepciones y costumbres.
LA LOCALIZACIÓN CULTURAL DEL YO
Las maneras dehablar están insertas en las formas de vida cultural; no sólo varía de una cultura a la otra el énfasis puesto en la individualidad, sino también los supuestos sobre cómo se puede caracterizar a una persona.
EL YO A LO LARGO DE LA HISTORIA
El conjunto de características atribuidas al yo individual también se modificó notoriamente a lo largo de los siglos, desapareciendo las que se valoraban antañoy ocupando su lugar otras nuevas. Por ejemplo, en la época moderna consideramos que el amor de una madre por sus hijos representa un aspecto fundamental de la naturaleza humana, así como que las emociones tienen una base genética. Si una madre no muestra amor por sus hijos (por ejemplo, si los abandona o los vende), nos parece inhumana. No obstante, no siempre fue así; entre los pobres, que no...
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