Resumen. El creador literario y el fantaseo
¿No deberíamos buscar ya en el niño las primeras huellas del quehacer poético? La ocupación preferida y más intensa del niño es el juego. Acasotendríamos derecho a decir que todo niño que juega se comporta como un poeta, pues se crea un mundo propio, o mejor dicho, inserta las cosas de su mundo en un nuevo orden que le agrada.
El niño diferencia muybien la realidad su mundo de juego, a pesar de toda su investidura afectiva; y tiende a apuntalar sus objetos y situaciones imaginados en cosas palpables y visibles del mundo real. Solo eseapuntalamiento es el que diferencia aún su "jugar" del "fantasear".
El poeta hace lo mismo que el niño que juega: crea un mundo de fantasías al que toma muy en serio, vale decir, lo dota de grandes montosde afecto, al tiempo que lo separa tajantemente de la realidad afectiva.
De la irrealidad del mundo poético derivan muy importantes consecuencias para la técnica artística, pues muchas cosas que deser reales no depararían goce, pueden depararlo en el juego de la fantasía y muchas estaciones que en sí mismas son en verdad penosas, pueden convertirse en fuentes de placer para el auditorio y losespectadores del poeta.
El adulto no puede renunciar a nada, solo permuta una cosa por otra; lo que parece ser una renuncia es en realidad una formación de sustituto o subrogado. Así el adulto,cuando cesa de jugar, solo resigna ese apuntalamiento en objetos reales; es decir, en vez de jugar ahora fantasea. "Construye castillos en el aire", crea lo que se llama Sueños Diurnos.
El fantaseardel hombre es más difícil de observar que el jugar del niño. El adulto se avergüenza de sus fantasías y la esconde de los otros, las cría asi como sus intimidades más personales, por lo común...
Regístrate para leer el documento completo.