resumen El moderno sistema mundial (III).

El moderno sistema mundial (III). La segunda era de gran expansión de la economía-mundo capitalista, 1730-1850

Renovó polémicas historiográficas importantes; y pone ciertos problemas de las empresas. Sigue desarrollando el concepto de “economía-mundo”, superior a cualquier unidad jurídico-política, estructurada entre “centro”, “periferia” y “área externa” y con un tema muy complejo. En elcapítulo III nos narra la incorporación como periferias de aquellas zonas que habían estado en el área externa desde el siglo XVI, zonas adyacentes, se conviertan en área externa. El “sistema-mundo” centrado en Europa Occidental comienza ahora a imponerse a todo el globo: a convertirse en “sistema mundial” único. El estudio de reinos africanos como Dahomey y Ashanti, intermediarios en el tráfico deesclavos con los europeos, da pauta sobre las calidades de las áreas externas en el comercio y al estado. En un punto central, la interferencia de las condiciones reales de mercado, se separan: entre producción de uso y recolección de bienes para el comercio externo; entre la organización comercial y la organización militar del reino. Esta última que se desarrolla en el plano institucional, a travésdel monopolio mercantil del rey; y en el plano espacial, centralizando los intercambios en “puertos de comercio”. El análisis socio-histórico, también relativo de la antropología, en particular de la obra pionera de Karl Polanyi (padre de la economía sustantiva). Es lástima que no utilice los estudios de Bohannan sobre los tiv de Nigeria, que le habrían aportado una teorización interesante sobrela articulación interna de cada una de estas economías en “esferas independientes”. Menos comprensible resulta el que olvide el clásico Europe and the People without History, editado en 1982. Su autor, Eric Wolf, que rinde en la introducción un cálido homenaje a Wallerstein, parte de la hipótesis de que “sin historia en estos pueblos no es otra cosa que una parte de la historia de la expansióneuropea”. El análisis por Wolf del comercio de esclavos en África, se enriquece con el de otro proceso paralelo de periferialización (que Wallerstein sólo aborda de forma tangencial en el capítulo IV de su libro): el generado por el comercio de pieles entre las poblaciones amerindias y las colonias francesas e inglesas de Norteamérica. El recurso a Wolf permite además fundamentar la hipótesis de quelos europeos vencieron las dificultades iniciales para penetrar comercialmente en las áreas externas, recurriendo a lo que siguen siendo hoy en día las dos actividades más lucrativas del comercio mundial: armas de fuego y drogas psicoactivas. La incorporación y posterior periferialización de un área externa, nos dice Wallerstein, implica que algunos de los procesos de producción significativos seconvierten en parte integral de la división del trabajo en la economía-mundo, proporcionando materias primas y mano de obra. Esta transformación responderá a los esfuerzos para maximizar la acumulación de capital de quienes controlan esos procesos de producción. La acumulación de esclavos en manos de las élites indígenas les permite, en África como en Norteamérica, implicarse de forma más directaen la producción de bienes para el comercio mundial. Y la coerción acaba por trasladarse parcialmente a la mano de obra local “libre”, que en principio no estaba dispuesta a trabajar para una producción comercial mucho más insegura y peor remunerada que la de subsistencia. La destrucción de las actividades manufactureras locales, y no sólo la competencia en el mercado.  El proceso deincorporación y periferialización implica así la transformación de las instituciones sociales y políticas indígenas. El acceso a bienes europeos, sobre todo armas, genera el fortalecimiento de ciertos reinos o jefaturas que se erigen en intermediarios, y a cambio proporcionan una infraestructura institucional y de seguridad para el comercio. Pero a medio plazo, las instituciones locales se debilitan,...