Resumen "el retorno de la historia y el fin de los sueños"

El mundo volvió a la normalidad. El mundo democrático moderno quiso creer que el fin de la GF cerraba todos los conflictos estratégicos ideológicos. Pero era un espejismo. En casi todas partes laNación-Estado sigue siendo tan fuerte como siempre.
Estados Unidos queda como única superpotencia. Pero la competencia internacional entre las grandes superpotencias ha vuelto. El viejo antagonismoentre liberalismo y autocracia también ha resurgido. El mundo democrático tendrá que decidir cómi reacciona.
En los últimos años, a medida han ido emergiendo las autocracias de Rusia y de China y amedida que los islamitas radicales han llevado adelante su ofensiva, la desunión ha debilitado y desmoralizado a las democracias cuando menos podían permitírselo.
A principios de los 90 el optimismo eracomprensible y casi generalizado. Los grandes adversarios de la GF comenzaron repentinamente a tener muchos objetivos en común. Incluso después de Tiananmen en 1989 y los singos de inestabilidad enRusia a partir de 1993, la mayoríad e los estadounidenses y europeos creían que China y Rusia estaban en la senda hacia el liberalismo. La Rusia de Yeltsin parecía estar comprometida con el modeloliberal de economía y con una mayor integración con Occidente.
En una economíaa globalizada casi todos creían que las naciones no tenían más opción que la liberalización, primero económica y luegopolítica, si querían competir y sobrevivir. En la batalla de las ideas el liberalismo había triunfado.
El determinismo económico e ideológico de los primeros años posteriores a la GF dio lugar a dossupuestos genéricos. El primero era una fe obstinada en la inevitabilidad del progreso humano. El segundo era una receta de paciencia y contención. En vez de encarar y desafiar a las autocracias, era mejorinvolucrarlas en la economía global, apoyar el imperio de la ley y la creación de instituciones nacionales más sólidas y dejar que las fuerzas intelectuales del progreso humano obraran el milagro....