resumen EL TUNEL



El Túnel
I

Soy Juan Pablo Castel, el pintor que mató a María Iribarne, seguro que lo recuerdan, aunque supongo que debe haber una memoria colectiva, lo que es una forma de defensa humana “Todo tiempo pasado fue mejor” no indica que las cosas antes eran menos malas sino que la gente las olvida. Yo me caracterizo por ser un tipo amargado, que solo se acuerda de cosas malas y asi no podríadecir “Todo tiempo pasado fue peor” sino porque el presente me parece tan horrible como el pasado, solo recuerdo calamidades, rostros cínicos, malas acciones. Cuando niño me desesperaba la idea de que mi madre pudiera morirse y no imaginaba que ella pudiera tener defectos, ahora que está muerta puedo decir que no era mejor que cualquier persona, cuando la operaron de cáncer viajé dos días paraverla, ella se veía feliz, pero yo me di cuenta que yo sentía más orgullo por ser un buen hijo que porque ella se sentía bien.


No les cuento esto por vanidad, pero no quiero encontrarle respuesta a todo. Cuando comencé este relato no iba a dar explicaciones, quería contar mi crimen, la verdad es que lo cuento porque como serán leídos por muchas personas, seré famoso. Pero también me anima unasola cosa, tengo la esperanza de que alguien llegue a entenderme.


II
Todos pecamos de soberbia, hasta el hombre más sabio cae en estas conductas aberrantes. La vanidad la llevamos dentro, tampoco creo en la modestia, claro “es fácil ser modesto cuando se es célebre”.
Muchas veces la gente habla ante mucha gente y nadie los entiende.
Existió una persona que podía entenderme, perofue la persona que yo maté.




III
Todos saben que maté a María Iribarne, pero no como la conocí, cómo me relacioné con ella y por qué me dieron ganas de matarla :”Voy a tratar de ser imparcial para contar esta historia”.
En el salón de primavera de 1946 presenté un cuadro llamado “maternidad”, tenía todos los atributos que le gustan a los críticos, pero arriba, a la izquierda, através de una ventanita se veía una escena pequeña y remota, era una mujer que miraba como esperando algo, la escena para mi sugería una soledad ansiosa y absoluta. Nadie se fijó en esa escena, todos pasaban sin mirarla, con excepción de una persona, el día de la inauguración una muchacha desconocida estuvo mucho tiempo delante de mi cuadro sin dar importancia a la gran mujer del primer plano, en cambiomiraba la escena de la ventana totalmente absorta, aislada del mundo entero, de pronto, desapareció y me sentí feliz y derrotado pensando que nunca más la vería entre los millones de habitantes de Buenos Aires. Esa noche volví a casa muy triste. Fui todos los días a la exposición pero no apareció.



Durante los meses que siguieron no dejé de pensar en ella y en la posibilidad de volver averla y solo pinté para ella, fue como si la escena de la ventana creciera y empezara a invadir toda mi obra.

IV
Una tarde, al fin la vi por la calle, la reconocí inmediatamente, había imaginado mucho lo que haría para poder conversarle, en ese aspecto soy un hombre tímido. Si la muchacha acostumbrara a ir a salones de pintura sería fácil abordarla, pero después me di cuenta que YO NO IBA asalones de pintura. La razón es porque detesto los grupos, las sectas, los gremios y esos bichos que se juntan por tener una profesión en común, hablan su propia jerga, la vanidad de creerse superiores al resto: Sé que me estoy poniendo complicado, pero si no quiere leer esto, no lo haga.
Debo decir además que es desagradable hasta ver como gesticulan ¿Se imaginan a esos tipos reunidos en un club?.Una vez me enamoré de una



mujer pero al conocer a su hermana me di cuenta que hacía los mismo gestos, pero deformados, esas sensación de la visión deformada de la primera mujer me causó un terrible desagrado. Tal vez eso me pase por ser pintor y en cuanto a la jerga, la del comunismo, psicoanálisis, fascismo. Una vez mi doctor (Prato es su apellido) me invitó al “coctel de la sociedad”,...