Resumen EL UNIVERSAL SINGULAR
La paradoja denunciada por la muerte de Kierkegaard consiste en que, más allá de su abolición, hay un ser historico que puede comunicarse todavía, en cuanto no-objeto, en cuanto sujeto absoluto, con lasgeneraciones que siguen a la suya.
La paradoja es estrictamente histórica y de supervivencia: examinar nuestro saber sobre Kierkegaard nos permitirá encontrar lo que, en un muerto, escapa al saber y sobrevive a su desaparición
Si esa presencia es inaccesible al conocimiento propiamente dicho, la subjetividad del otro se nos da a nosotros, sin embargo, por algún otro medio. O la historia se vuelve acerrar en saber de muerto, o la súper-conciencia histórica de lo subjetivo debe cambiar nuestra acepción de la historia.
En este sentido radica la fuerza de la frase “todos somos contemporáneos”.
La posterioridad y la contemporaneidad se implican mutuamente y se contradicen.
Kierkegaard es objeto de saber en cuanto testigo subjetivo de su propia subjetividad, es decir, en cuanto existente queanuncia la existencia mediante su propia actitud existencial. Y sujeto-objeto en cuanto que manifiesta una paradoja histórica que le sobrepasa cuando se sabe todo de la vida de un hombre que rechaza ser objeto de saber, y cuya originalidad reside precisamente en ese rechazo.
La oposición entre lo previsto y lo vivido se encarna, hacia 1840, en la oposición de Hegel y Kierkegaard.
El nuevo aspecto dela problemática que Kierkegaard nos revela es que el no contradice, en su vida personal, el contenido del saber, sino que descalifica el saber del contenido
Así la no-verdad descubierta se transforma, al menos en lo inmediato, en la verdad. Así, la verdad subjetiva existe. No es saber, sino autodeterminación
“La verdad —dice Kierkegaard— es el acto de la libertad”.
Kierkegaard pone de manifiestoque la oposición del no-saber al saber es la oposición de dos estructuras ontológicas. Lo subjetivo tiene que ser lo que es, es una realización singular de cada singularidad.
El mejor comentario a esta observación habría que pedírselo a Freud. De hecho el psicoanálisis no es saber y no pretende serlo, excepto cuando se atreve a hacer hipótesis sobre los muertos.
La verdad transforma sin enseñarnada, y no aparece mas que al fin de una transformación. Es un no-saber, pero es una efectividad, una puesta en perspectiva, que esta presente a si en la medida en que se realiza.
rechazo de la huida y la voluntad de volver a si.
el momento de verdad subjetiva es un absoluto temporalizado, pero transhistórico.
Habiendo sido tratada antes por Hegel, la subjetividad se convierte en un momento delespíritu objetivo, en una determinación de la cultura. Mas aunque nada de lo vivido puede escapar al saber, su realidad permanece irreductible.
lo vivido no es objeto.
, una de las preocupaciones constantes del siglo xix consiste en distinguir el ser del conocimiento que de aquel se tiene; dicho de otro modo: en rechazar el idealismo. Lo que Marx reprocha a Hegel no es tanto su punto de partidacuanto la reducción del ser al saber.
para Kierkegaard se trata de una cierta región ontológica en que el ser pretende, a la vez, escapar al saber y llegar a si mismo.
la filosofía pretende ser ahora idéntica con la experiencia; no contenta con arrojar luz sobre el hombre y su vida, aspira a convertirse en esa vida elevada a la perfecta conciencia de si. Pareció que esta ambición implicaba, parael filosofo, la obligación de renunciar al ideal de la filosofía como ciencia rigurosa, ya que, en sus bases, este ideal es inseparable de la idea de un espectador... no comprometido”.
El saber mismo tiene un ser; los conocimientos son realidades. Ahora bien, para Kierkegaard, en el tiempo mismo de su vida, se da una heterogeneidad radical entre el ser del saber y el ser del sujeto viviente....
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