Resumen El Viejo Y El Mar













Resumen: El viejo y el Mar
Por: Ernest Hemingway
Era un viejo que pescaba solo en un bote en la corriente del Golfo y hacía ochenta y cuatro días que no pescaba ni un solo pez. En los primeros cuarenta días había tenido como ayudante a un muchacho. Los padres del muchacho decían que estaba saldo que tenía muy mala suerte, así que por orden de estos el muchacho salió a pescar enotros barcos. El muchacho estaba tan encariña del anciano, se entristecía al ver al viejo regresar todos los días con su bote vacío.

Muchos de los pescadores se reían del viejo, pero él no se molestaba por sus burlas. Los más viejos solo lo observaban y se ponían tristes. Todos ser sentaban y hablaban de sus aventuras en los mares, al continuo buen tiempo y las cosas que habían visto.

El muchachosiempre seguía visitando al viejo. Hablaban sobre los viejos tiempos. Recuerda que el viejo lo había subido a un bote cuando el tan solo tenía 5 años, salían a pescar juntos, hablaban sobre el béisbol. El anciano lo quería como si fuera uno de sus hijos.

El viejo a veces no tenía que comer, era muy pobre. Vive en una pequeña cabaña, el orgullo del viejo era tan grande que no aceptaba la ayudade nadie, ni del muchacho. « ¿Dónde se lava?», pensó el muchacho. El pozo del pueblo estaba a dos cuadras de distancia. «Debí de haberle traído agua —pensó el muchacho—, y jabón, y una buena toalla. ¿Por qué seré tan desconsiderado? Tengo que conseguirle otra camisa, algún par de zapatos, y otra frazada». «Debí de haberle traído agua, siempre le ofrecía su ayuda, y el con pretextos aceptaba de vezen cuando.

Ese día el muchacho le pidió que le hablara de la Liga Americana y lo que opinaba sobre las otras ligas, el señor amablemente compartía sus opiniones sobre los jugadores y así. Le contaba sobre cuando él era un marinero y se encontraba en un gran velero que iba rumbo a África. El muchacho le decía que había muy buenos pescadores, pero él decía que el mejor de todos era el anciano.El anciano dijo: —Gracias. Me haces feliz. Ojalá no se presente un pez tan grande que nos haga quedar mal.

Cuando El muchacho salió. Habían comido sin luz en la mesa, y el viejo se quitó el pantalón y se fue a la cama a oscuras. Enrolló el pantalón para hacer una almohada, y puso luego el periódico dentro. Se envolvió en la frazada y durmió sobre los otros periódicos viejos. El anciano se habíaquedado dormido, había soñado con viajar hacia África, soñó con la época en que era muchacho, y con las largas playas doradas y las playas blancas. Todas las noches a lo largo de aquella costa y en sus sueños sentía el rugido de las olas, veía venir a través de ellas los botes de algunos nativos.


El anciano cuando sentía el olor de la brisa de tierra, se despertaba de sus increíbles sueños élse iba a despertar al muchacho. Se recordó que era muy temprano y se volvió a dormir y ah soñar esta vez con los diferentes puertos y fondeaderos de las Islas Canarias.


No soñaba ya con tormentas, ni con mujeres, ni con grandes acontecimientos, ni con su esposa. Sólo soñaba ya con lugares. No soñaba jamás con el muchacho. Simplemente despertaba, miraba por la puerta abierta a la luna ydesenrollaba su pantalón y se lo ponía.
En la mañana Temblaba por el frío, pero sabía que pronto se calentaría y estaría remando en la mar. El viejo partió a despertar al muchacho.

La puerta de la casa donde vivía el muchacho no estaba cerrada con llave; la abrió calladamente y entró descalzo. El muchacho estaba dormido. Le cogió con suavidad un pie y lo apretó hasta que el muchacho despertó. El viejosale y el muchacho viene tras él.

Marchó camino abajo hasta la cabaña del viejo, Cuando llegaron a la choza del viejo, el muchacho cogió de la cesta los rollos del sedal, el arpón y el bichero; y el viejo llevó el mástil con la vela arrollada al hombro. Pasó un buen rato, charlaron y tomaron un poco de café; el viejo era el único que tomaba lentamente su café, ya que sabía que era lo único...