Resumen Escritos Moneo

Aún tengo viva la memoria de mi primera visita a las ruinas de Mérida. Los arqueólogos, conscientes de la proximidad del solar al teatro, al anfiteatro romano y a los muros de Emérita Augusta, habían excavado toda la manzana encontrando en ella lo que esperaban: acueductos, enterramientos, peristilos, cisternas, atarjeas, e incluso restos de una presunta iglesia paleocristiana, etc. Ynaturalmente, las ruinas no pertenecían a un solo período. Sobre los muros de las antiguas casas romanas se advertían hasta tres capas de estuco que hablaban de las remodelaciones llevadas a cabo durante distintas etapas del Imperio romano; sus peristilos se habían transformado más tarde en patios renacentistas y los viejos sillares romanos se habían reutilizado para labrar escudos sobre ellos. La vidaentera de la ciudad estaba allí, en aquel sector de la misma extramuros, próxima a los monumentos que los arqueólogos del siglo XIX habían excavado con tanto celo y cuidado. Era sobre aquellas ruinas donde debía levantarse el museo.
Construir sobre lo construido, construir sobre un suelo densamente ocupado por las ruinas era la tarea que se nos encomendaba. Pero, ¿qué hacer con aquellas ruinas? Confrecuencia, en la arquitectura contemporánea se opta por mantener las ruinas intactas, construyendo una fábrica poderosa que salte sobre ellas valiéndose de grandes luces, usando técnicas de las que hoy se dispone. Tal respuesta quedó pronto descartada ya que implica considerar las ruinas sólo como material para la contemplación, inerte y ajeno por completo a lo que iban a ser las nuevasconstrucciones. A primera vista, un sistema de grandes vigas puede parecer un modo de construir mas respetuoso para con las ruinas, pero el cambio de escala implícito en estos nuevos sistemas constructivos suele dar lugar a una notable destrucción de lo existente. En el caso que nos ocupa, cimentar un sistema de grandes vigas que saltase por encima de las ruinas existentes hubiera implicado incidirfatalmente sobre el delicado tejido que ellos configuran y que era el inevitable punto de partida. Por tanto, construir sobre lo construido iba necesariamente a suponer convivir con las ruinas, incidir incluso sobre los restos de las cimentaciones preexistentes, dando pie a un edificio que se trabase, se fundiese con la realidad física de las ruinas que era preciso conservar.
Pero si tal era el criterio aseguir, la cuestión inmediata era preguntarse de qué medios nos íbamos a valer. Éste fue el momento en que se abordó la decisión de mayor importancia en el desarrollo del proyecto, el momento en el que se decidió adoptar un sistema de construcción casi romano, no muy diverso –en cuanto a técnicas y procedimientos- a los que habían empleado los constructores de los edificios sobre cuyas ruinas ibaa levantarse el museo.
… Que el sistema de construcción – muros de carga – sea el mismo que el que utilizaron los romanos hace que las ruinas no se sientan heridas ni ofendidas: el museo es el último de uan serie de episodios arquitectónicos, cuya construcción pone ahora, a todos, de manifiesto. Y así, podríamos servirnos de la cripta para dictar toda una lección de lo que fue la historia de laconstrucción romana y de muchos otros períodos históricos que vinieron tras ella.
La cripta anticipa también el uso “casi literal” que en el nuevo museo se hace de los detalles constructivos romanos. Los muros de ladrillo están rellenos de hormigón – armado hasta la planta baja, luego en masa- y en ellos se inscriben arcos de descarga y dinteles no muy diversos de aquéllos que dibujó AugusteChoisy en su El arte de construir Roma. Y hablo de un uso “casi literal” de los detalles constructivos romanos porque, a mi entender, en estos muros hay un intento de hacer notar el carácter abstracto que los materiales asumen en la arquitectura. Los muros de Mérida no puede decirse que sean una fiel reproducción de los precedentes sistemas constructivos. Las fábricas de ladrillo romano siempre...