resumen etica de nicomano
TEXTOS ESCOGIDOS DE LA
ÉTICA NICOMAQUEA
DE ARISTÓTELES*
Alfonso Gómez-Lobo
INTRODUCCIÓN
L
a ética y la política, dentro del pensamiento de Aristóteles,
forman una unidad. Juntas constituyen el dominio de la filosofía práctica,
ALFONSO GÓMEZ-LOBO. Ph. D. (Munich). Profesor de la Universidad de
Georgetown. Autor de numerosos trabajos sobre filosofía griega, entre elloscabe
mencionar su reciente libro La Ética de Sócrates (México: Fondo de Cultura
Económica, 1989). Sus trabajos “Los axiomas de la ética socrática” y “El diálogo
de Melos y la visión histórica de Tucídides” fueron publicados anteriormente en
los números 40 y 44, respectivamente, de Estudios Públicos.
*
NOTA PRELIMINAR: Esta selección de pasajes de la Ética nicomaquea debe
estudiarse comopreámbulo a la antología de La política publicada por Oscar
Godoy Arcaya en Estudios Públicos 50 (otoño 1993) pp. 353-413. El lector
encontrará allí (pp. 355-356) una breve biografía de Aristóteles. Para la presente
selección se ha utilizado, con la debida autorización (y con algunas modificaciones), la traducción de Antonio Gómez Robledo (Aristóteles, Ética nicomaquea,
versión española ynotas de A. G. R. [México: Universidad Nacional Autónoma de
México, 2a ed., 1983]). De acuerdo con la convención usual para citar las obras de
Aristóteles, los números marginales al texto corresponden a página y columna de
la edición de I. Bekker (Berlín, 1831-1870).
Estudios Públicos, 56 (primavera 1994).
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ESTUDIOS PÚBLICOS
dominio que debe distinguirse de la filosofía teórica. Eluso de la inteligencia
para establecer la verdad de las proposiciones que describen el mundo, sin
otra pretensión que la de simplemente entenderlo, corresponde a la razón
teórica. Lo característico de la razón práctica, en cambio, es el aspirar a la
verdad de aquellas proposiciones que pueden servir de guía a la acción
humana.
Cuando actuamos, si lo hacemos racionalmente, nos dejamos
conducirpor la noción del bien. Si vamos a comprar un reloj, queremos
que el reloj que adquiramos sea bueno. Lo mismo vale para un automóvil,
un par de zapatos, la educación para nuestros hijos, un viaje al sur, un
tratamiento médico, etc. A lo que apuntamos es a la calidad o bondad de lo
obtenido. Deseamos cosas buenas y que por ende nos resulten benéficas.
Aristóteles parte de una noción intuitivade este tipo y procede a
extrapolarla. En efecto, la pregunta central de su ética es: ¿qué es lo
últimamente bueno para un ser humano? Y la de su política ¿qué es lo
últimamente bueno para la comunidad de los seres humanos?
Si aspiramos a lo bueno (y tratamos de evitar lo malo) resulta
razonable concebir las cosas buenas o bienes como metas, como fines. Si
reflexionamos sobre nuestrasaspiraciones y actividades, tendremos que
reconocer que apuntamos a diversas metas y que algunas de ellas se
entrelazan con otras. Un joven se propone como meta terminar su educación
media, para poder dar la prueba de aptitud académica, para entrar a la
universidad, para obtener un título profesional, para conseguir un buen
trabajo, para recibir una buena remuneración… La cadena de metas o finesparece no terminar nunca, pero de hecho llega a un punto final. Tarde o
temprano esa persona dirá que hace todo eso “para ser feliz”.
Aristóteles recorre esta misma reflexión (con otros ejemplos, por
supuesto) y llega a la conclusión de que la vida humana tiende en definitiva
al bien humano, a la mejor calidad de vida, a eso que en castellano llamamos
“ser feliz”, “medrar”, “prosperar”, “labuena vida” y que los griegos llamaron
eudaimonia.
Si bien es fácil admitir que el fin final de nuestros actos es la
felicidad, no ha sido en absoluto fácil lograr consenso, ni antaño ni hoy,
acerca de aquello en que consiste la felicidad. De allí que en su versión
más precisa la pregunta clave para Aristóteles, tanto en ética como en
ciencia política, sea ¿qué es la felicidad? Lo que busca...
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