Resumen James

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Supervivencia del peronismo: la resistencia en las fábricas
El primer gobierno de la Revolución Libertadora fue el de Lonardi, que fue como un paréntesis en la relación entre el movimiento sindical peronista y las autoridades no peronistas. En la práctica, la CGT no movilizó a los trabajadores en apoyo al régimen de Perón, no mostró una postura agresiva hacia las nuevasautoridades. El presidente tuvo un discurso conciliatorio donde afirmo que no había “ni vencedores ni vencidos”. Hubo un intento por parte del gobierno no peronista de acercarse al movimiento sindical peronista. El presidente aseguró que respetaría las medidas de justicia social logradas.
En el mes de septiembre muchos locales sindicales fueron abandonados como consecuencia de ataques de gruposantiperonistas armados llamados “comandos civiles”. Estos estaban compuestos por activistas socialistas y radicales, quienes recibían el apoyo de sectores de las FFAA.
El 6 de octubre se publica un acuerdo entre la CGT y el gobierno, por el cual se comprometían a celebrar elecciones en todos los gremios y a la designación por parte de la CGT de interventores que regularan el proceso electoral en todosaquellos sindicatos que estaban en situación irregular, principalmente los ocupados por antiperonistas. Parecía haber posibilidad de un entendimiento entre el gobierno y los gremios.
Pero los antiperonistas generaron presión en el gobierno para que reviera el acuerdo y para que intensificara la acción de la Revolución Libertadora en la esfera gremial. Los sindicalistas antiperonistas ejercíanpresión sobre el gobierno para que abandonara la política gremial.
Frente a la presión y los ataques de los comandos civiles, el gobierno decreta una regulación al proceso electoral. Se quita la autoridad a todos los dirigentes gremiales, se designa tres interventores por sindicato para el proceso electoral y se nombra un administrador para todos los bienes de la CGT. La CGT amenaza con unahuelga general pero finalmente el ala conciliadora del gobierno consigue frenar la huelga. Por otra parte, el ala más tradicional y liberal del gobierno comienza a entrever que sólo el alejamiento de Lonardi del gobierno aseguraría la aplicación de los principios de la Revolución Libertadora.
Luego de que el 13 de noviembre Lonardi fue obligado a renunciar, el general Aramburu asumió la presidenciacon el objetivo de asegurar los principios de la Revolución Libertadora. Durante su gobierno se siguieron produciendo los ataques antiperonistas llevados a cabo por los comandos civiles. A su vez, Aramburu hizo oídos sordos al acuerdo que se había llevado a cabo el 2 de noviembre para evitar la completa intervención de los gremios. En ese contexto, la CGT declaró la huelga general para el día 14,ese mismo día el gobierno declaró ilegal la huelga y decidió intervenir la CGT y todos los sindicatos.
Estas medidas dejaron a una clase trabajadora confundida y derrotada pero con disposición a defender algo que sentían que estaban perdiendo. La política de este nuevo gobierno para con la clase trabajadora siguió tres líneas: por un lado se trató de proscribir legalmente a un importantenúmero de dirigentes peronistas, se designaron supervisores militares en todos los sindicatos y el Ministerio de trabajo disolvió todas las comisiones internas. En segundo lugar, se llevó a cabo una persistente política de represión e intimidación del sindicalismo y sus activistas. Por último, el gobierno y los empresarios se alinearon en torno al tema de la productividad y la racionalización deltrabajo. El peronismo era visto como una aberración que debía ser borrada de la sociedad argentina.
Hacia fines del 56, el gobierno tomó conciencia de que era imposible borrar tranquilamente el peronismo de los sindicatos por medio de decretos simples o represión. Por lo tanto, mantuvo línea dura e hizo intentos por disminuir el dominio del peronismo absoluto en los sindicatos. Para debilitar el...