Resumen La femineidad S
Masculino o femenino es la primer diferenciación que hacés al enfrentarte con otro ser humano, y estás acostumbrado a llevar a cabo tal diferenciación con seguridad indubitable. Masculinos son el producto sexual masculino, el espermatozoo y su vehículo; femeninos, el óvulo y el organismo que lo hospeda. En ambos sexos se han formado órganos exclusivamente adscritos a la funciónsexual, dos estructuras distintas. Luego la ciencia avierte que ciertos elementos del aparato sexual masculino son también, aunque atrofiados, parte integrante del femenino, e inversamente. La ciencia ve en esta circunstancia el signo de una bisexualidad, como si el individuo no fuera hombre o mujer, sino siempre ambas cosas, solo que alternativamente una más que otra. De todos modos, salvo enrarísimos casos, una persona integra solamente una clase de productos sexuales -óvulos o espermatozoos-y concluímos que lo que hace a la masculinidad o a la femineidad es algo que la anatomía no puede aprender. ¿Acaso lo podrá hacer la psicología?
Estamos acostumbrados a emplear los conceptos de
El sojuzgamiento de su agresión socialmente impuesto a la mujer favorece el desarrollo de intensos impulsos masoquistas, los cuales logran vincular eróticamente las tendencias destructoras orientadas hacia el interior.El masoquismoes, así, auténticamente femenino. Pero cuando encontramos el masoquismo en sujetos masculinos, lo que podemos decir es que tales hombres integran precisos rasgos femeninos.
El psicoanálisis no trata de describir lo que es la mujer, sino investigar cómo de la disposición bisexual infantil surge la mujer.
La comparación con lo que sucede en el niño nos muestra que la evolución que transforma a laniña en mujer normal es mucho más ardua y complicada, pues abarca dos tareas más, sin pareja en la evolución del hombre. La diferencia en la formación de los genitales va acompañada de otras diferencias somáticas. La niña es regularmente menos agresiva, y se basta menos así misma; parece tener más necesidad de ternura, y ser, por tanto, más dependiente y dócil. La mayor facilidad y rapidez con lasque logra el dominio de sus excreciones es muy probablemente tan sólo una consecuencia de tal docilidad: la orina y las heces son los primeros regalos que el sujeto infantil hace a sus guardadores, y su retención es la primera concesión que la vida instintiva infantil se deja arrancar.
Las fases más tempranas de la evolución de la libido parecer ser comunes a ambos sexos. El análisis de los...
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