Resumen Max Weber
* CONFESIÓN Y ESTRUCTURA SOCIAL.
Un fenómeno que ha sido vivamente discutido en la prensa y la literatura católica y en los congresos de los católicos de los alemanes es el carácter eminente del protestante tanto de la propiedad y empresas capitalistas, como de las esferas superiores de las clases trabajadoras, especialmente de altopersonal de las modernas empresas, de superior preparación técnica o comercial. Este fenómeno lo hallamos expresad en las cifras de las estadísticas confesionales, no sólo allí donde las diferencias de confesión coinciden con las de la nacionalidad y por lo tanto, con el distinto grado de desarrollo cultural, sino, en general, allí donde el avance del capitalismo tuvo poder para organizar la poblaciónen capas sociales y profesionales, de acuerdo con sus necesidades.
El hecho obedece en parte a motivos históricos, que tienen sus raíces en el lejano pasado y en los que la adscripción a una determinada confesión religiosa no aparece como la causa de fenómenos económicos, sino más bien como consecuencia de los mismos. Precisamente una gran parte de los territorios más ricos del Reich, másfavorecidos por la naturaleza y su situación geográfica tan decisiva para el desenvolvimiento comercial y que más amplio desarrollo habían logrado en el orden económico, especialmente la mayoría de las más ricas ciudades, se habían convertido en el siglo XVI al protestantismo y aún hoy puede decirse que los efectos de esa conversión han sido beneficios para los protestantes en la lucha económica por laexistencia. Ciertamente, la ruptura con el tradicionalismo económico parecer ser un momento excepcionalmente favorable para que el espíritu se incline a la duda ante la tradición religiosa y acabe por rebelarse contra las autoridades tradicionales.
En la actualidad, hay pueblos de fisonomía económica absolutamente moderna que soportan el dominio de la Iglesia católica “la cual castiga al hereje,pero es indulgente con el pecador”, como lo era entonces todavía más que ahora; en cambio para nosotros, la forma más insoportable que cabría imaginar de control eclesiástico sobre la vida individual, sería el dominio del calvinismo. Pero obsérvese además, muy particularmente, que si bien como se ha dicho es posible comprender la mayor participación de los protestantes en la posesión del capitaly en la dirección de la moderna economía como natural consecuencia de la mejor posición económica que han sabido mantener con el trascurso del tiempo, cabe mostrar otro tipo de fenómenos en los que de modo evidente se revela una inversión de esta relación casual.
Y todavía es más curiosa otra observación, que ayuda a comprender por qué los católicos participan también en menor proporción enlas capas ilustradas del elemento trabajador de la moderna gran industria. Esta menor participación de los católicos en el moderno capitalismo alemán resulta tanto más chocante cuanto que contradice una experiencia que se da en todo tiempo a saber: que las minorías nacionales o religiosas que se contraproponen, en calidad de oprimidas, a otros grupos opresores por su exclusión espontanea o forzosade los puestos políticamente influyentes, suelen lanzarse decididas a la actividad industrial, que permite a sus miembros más dotados satisfacer una ambición que no pueden colmar sirviendo al Estado.
En cambio, entre los católicos alemanes no se encuentra un fenómeno semejante, al menos con caracteres que le hagan especialmente perceptible; tampoco mostraron un especial desarrollo económico enépocas pasadas, en las que en Inglaterra o en Holanda era perseguidos o simplemente tolerados. Por el otro lado protestante esta concepción para criticar los ideales ascéticos de la vida católica, a lo que contestan los católicos con el reproche de materialismo, que sería la consecuencia de la laicización de todo el repertorio vital llevada a cabo por el protestantismo. Si se quiere llamar...
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