Resumen Opinión Crítica Llorens

inion crít
X. Llorens

Los emigrados liberales llegaron a Londres a finales de 1823; Blanco White vivía en Inglaterra desde 1810, durante aquellos años se da un florecimiento de la literatura romántica inglesa y la penetración de ideas románticas germánicas.

En muchas de esas obras de crítica general, la literatura española ocupa un lugar importante
y en algunos casos sirve de base paranuevas teorías; a su vez, es objeto de apreciación muy
opuesta a la usual en el siglo XVIII. Casi al mismo tiempo aparecen otras sobre temas
exclusivamente españoles incluso de autores de renombre. Así mismo, durante aquellos años son traducidos los hermanos Schlegel y hay multitud de artículos sobre ellos.

Simonde de Sismondi, quien juntamente con
Madame de Staël y Augusto GuillermoSchlegel formaba lo que los clasicistas franceses
denominaban el "trío romántico" de Ginebra.

Defensa de la literatura imaginativa
Don Juan Manuel fue uno de los autores favoritos de Blanco. A mediados de 1824 dio
noticia de su vida y escritos, acompañándola de la traducción de uno de los cuentos del Conde Lucanor, el de don Rodrigo el Franco, mucho más
romántico y representativo del carácteroriginal de los españoles, a su juicio, que el reproducido por Bouterwek. Al mismo tiempo publicaba el texto español en sus Variedades o El Mensajero de Londres. En los siguientes números de ambas revistas hizo aparecer en la misma forma, traducción suya inglesa y texto original, el del Deán de Santiago.
Blanco, para sus lectores hispanoamericanos e ingleses añadió, a modo de introducción, unasobservaciones críticas que no son las mismas en la revista española y en la inglesa. Su objeto se reduce principalmente a señalar el interés de la narración; en
la otra expresa algunas opiniones sobre la literatura española en
general.
En esas páginas proclama claramente su desacuerdo con las tendencias clasicistas dominantes en España y la necesidad de un cambio.
Para ello no duda en divulgarideas más o menos familiares en Inglaterra, pero apenas conocidas por la inmensa mayoría de sus lectores de lengua española.

Las observaciones insertas en las Variedades forman un artículo aparte, "Sobre el placer de
las imaginaciones inverosímiles", pero no expresa simpatía hacia la literatura fantástica, sino que la justifica por su valor filosófico y raíz
humana. En el artículo, Blancolamenta su decadencia en la literatura española, entiende que el gusto por la ficción acabó cayendo en una ‘apatía de imaginación’, así mismo lamenta atribuir ese cambio a Don Quijote, aunque fuera cual fuere el motivo, se trata de una pérdida desfavorable por el papel de la imaginación en la literatura de los pueblos modernos. Lo cierto, es que el ‘quijotismo’ noble de la edad anterior se había perdidoentre los españoles del siglo XVII, hablamos del carácter e ingenio de los siglos XIV y XVI. EL problema fue ridiculizar la imaginativa, tan fructífera anteriormente. Incluso el valor de lo mítico en la poesía reside en la fuerza de la imaginación, convirtiendo en placer ideas horribles.

Blanco, como otros románticos, prefiere la mitología moderna a la antigua. Lector diario de Homero yVirgilio, sobre todo del
primero, confiesa sin embargo que la intervención de los dioses le quita gran parte del placer
que halla en la lectura de sus obras. "El nombre de Júpiter, Minerva o Venus en un poeta
moderno me es del todo intolerable." El hombre es propenso a crear mundos invisibles, en esas creaciones consiste, según Llorenç, la parte más sublime y peculiar de la poesía y si ellas nopuede existir el género novelesco o romántico del que entienede que es la una influencia de la quela poesía moderna debe sacar sus adornos.

Así pues, Llorenç entiende que no tiene razón Sismondi al suponer que las obras de pura imaginación propias de una edad primitiva nos causan placer en las creaciones de esa edad, pero no en las contemporáneas, que
pertenecen a otro período histórico de la...