Resumen Rollin Kent Políticas De Evaluación De La Educación Superior

En los años ochenta en el contexto de la crisis económica que marco el periodo, los patrones prevalecientes de expansión, financiamiento y gestión de la educación superior habían llegado a su límite, este límite fue concebido en términos de baja calidad y pertinencia del servicio educativo, la inoperancia de la educación superior y las limitaciones financieras generadas por la crisis fiscal delos estados. En este marco aparece el tema de evaluación como instrumento de políticas gubernamentales, se trata de un asunto nuevo, pues salvo en el caso de las políticas públicas de desarrollo del posgrado en Brasil en los años setenta ningún gobierno latinoamericano se había inclinado por la evaluación de los sistemas de educación superior antes de los ochenta.
Las universidadeslatinoamericanas siempre fueron evaluadas por sus estudiantes profesores y gobierno en términos de su democratización hacia adentro y hacia afuera, su politización o enajenación, el prestigio social de sus egresados y el tipo de empleo obtenidos. Pero nunca fueron evaluados en términos de la calidad de la enseñanza o investigación. Rara vez se comparaban con otros países no había sistemas de información ycuando se hacían comparaciones no había grupos insatisfechos suficientemente organizados para promover el cambio (schwartzman, 1992).
El centro de las discusiones de las políticas de la educación superior en otras naciones como Holanda, Francia, Suecia, gran Bretaña y Australia (neave, 1990); dejando atrás la idea de la idea rutinaria o de mantenimiento en estos países se paso a una evaluación parael cambio, una evaluación estratégica de ahí que guy neave hable del Estado evaluador que pretende afinar instrumentos para pilotear la educación superior a distancia en busca de una racionalización y redistribución de funciones entre el centro gubernamental y la periferia institucional, de manera tal que el centro conserve el control estratégico global por medio de las palancas políticas menoresen número pero más precisas, constituidas por la marginación de misiones, la definición de metas para el sistema y la operación de criterios relativos a la calidad del producto (neave,1990 : 8).
Las experiencias europeas recientes indican que así como puede implicar un mayor control gubernamental de las instituciones de educación superior, también puede producir lo opuesto.
El estado evaluadorno es producto del momento, pero menos aun lo es de la planeación lucida y la omnisciencia de la administración. Al contrario ha sido sustentado por respuestas incrementales y de corto plazo a las circunstancias, económicas, ideológicas. El concepto de estado evaluador no se limita a este terreno sino que se extiende a otras aéreas tales como la política social, la seguridad social y la salud.
Ladiscusión latinoamericana sobre evaluación de la educación superior es muestra de su creciente internalización la bibliografía internacional sobre el tema ha influido en algunos circuitos gubernamentales de hacedores de políticas, pero también los estratos más consolidados de las comunidades académicas latinoamericanas han mostrado ser promotores endógenos de estas políticas. Sectores externos alas universidades y a los gobiernos han tomado la iniciativa de evaluar las instituciones, como es el caso del estudio de rankings publicado anualmente en Brasil.
La introducción de la evaluación viene a mostrar en qué grado el debate latinoamericano sobre políticas de educación superior va dejando de limitarse al horizonte ideológico y cultural propio de un solo tipo de institución: launiversidad pública tradicional, que ha perdido su monopolio histórico sobre el campo y que hoy está rodeada de una nueva diversidad. Esta creciente diferenciación, en muchos casos anárquica, es en sí misma un motivo de preocupación que conduce a la búsqueda de instrumentos de evaluación de la calidad.
Aparecen nuevos alineamientos en la legitimación y puesta en marcha de las políticas, surgen...