Resumen Saber Vivir

José Antonio Marina

Aprender
a
Vivir

Los padres solos no pueden educar a sus hijos. Los docentes solos no pueden educar a sus alumnos. La sociedad tampoco puede educar a sus ciudadanos sin la intervención de padres y maestros. En la tupida red de influencias en que vivimos, todos ejercemos una influencia educativa, buena o mala, por acción o por omisión. Marina propone una revolución desdela infancia, que apueste por una idea sencilla y radical: una buena manera de adecentar el mundo empeñándose en que los niños tengan una vida lograda, noble y feliz. Esta revolución también nos beneficiará a los adultos.

Cap.1
Aprender
a
Vivir.
“Aprender
a
Vivir”
significa

“Aprender
a
vivir
Bien”;
la
palabra
“bien”
nos
introduce
en
el
mundo
de
los
valores.
Una
buena
vida
consiste
en
la
consecución
de
tres
grandes
metas:
La
salud,
la
 felicidad
y
la
dignidad.
La
felicidad
es
el
concepto
central.
En
este
libro
se
entiende
por
felicidad
 la
 armoniosa
 realización
 de
 las
 dos
 grandes
 motivaciones
 humanas:
 el
 bienestar
 y
 la
 ampliación
 de
 posibilidades.
 Estas
 dos
 grandes
 motivaciones
 aparecen
 en
 un
 ser,
 como
 el
 hombre,
intrínsecamente
social.Conseguir
esas
tres
metas,
va
a
depender
de
los
recursos
de
que
disponga
el
 niño.
Gracias
a
 esos
recursos
podrá
ampliar
el
 campo
de
 sus
posibilidades
y
enfrentarse
 a
los
problemas.
 El
 modelo
 educativo
 que
 propone
 aquí
 Marina,
 se
 basa
 en
 una
 teoría de los recursos.
 Lo
 que
 llamamos
es
educar,
es
precisamente
cultivar
estos
recursos.

Cap.2
La
Aventura
de
Crecer.
Desde
que
nacen,
los
niños
son
seres
activos
y
selectivos,
sienten
deseos
y
ocurrencias,
que
 se
 manifiestan
 como
 estallidos
 motores.
 Moverse,
 comunicarse,
 hablar
 y
 jugar,
 son
 sus
 grandes
metas.
Su
yo
ocurrente
les
impulsa
a
la
acción. El
 bebé
 intenta
 ajustar
sus
sentimientos
 a
 los
sentimientos
que
 observa
 en
 su
 madre
 (
 en
 el
 libro
se
refiere
como
la
madre
a
la
persona
que
cuide
habitualmente
al
niño),
como
si
ella
fuera
 la
 intérprete
 de
 la
realidad.
 En
 este
 período
 puede
 establecerse
 la
 “capacidad
 hedónica”,
 la
 “afectividad
positiva”
y
“la
intensidad
afectiva” Con
 el
 lenguaje
 va
 a
 cambiar
 todas
 sus
 estructuras
 mentales.
 Se
 puede
 decir
 que
 hay
una
 inteligencia
prelingüística
y
una
lingüística,
en
el
niño,
va
a
haber
un
antes
y
un
después. En
 cuanto
 el
 apego,
 hasta
 los
 18
 meses
 se
 diferencian
 varias
etapas:
 fase
 asocial,
 apegos
 indiscriminados,
apegos
específicos,
 y
apegos
múltiples.
 En
esta
fase
 también
se
 produce
 un
 enorme
 crecimiento
sináptico,
 que
permite
la
 aparición
 de
una
 afectividad
 inteligente;
esto
 se
 hace
integrando
la
experiencia.
 La
 presencia
 o
ausencia
de
 una
figura
 de
apego
 determinará
 que
 una
 persona
esté
o
no
alarmada
 por
una
 situación
potencialmente
alarmante;
esto
 ocurre
 desde
 los
primeros
meses
de
vida,
 y
 desde
 esa
 misma
 edad
empieza
a
 tener
importancia
 la
 confianza
 o
 falta
 de
 confianza
 en
 que
 la
 figura
 de
 apego
 esté
 disponible
 aunque
 no
 esté
 realmente
presente.
1

José Antonio Marina

Aprender
a
Vivir

La
implacable
búsqueda
de
la
autonomía
conduce
a
la
autorregulación
emocional
que
a
su
vez
es
fomentada
y
dirigida
por
la
interiorización
de
normas
morales. En
 cuanto
a
 la
 disciplina,
es
correcta
 y
necesaria
 cuando
se
convierte
 en
 una
enseñanza
 de
 autonomía.
 El
 niño
 la
 consigue
 a
 través
 de
 tres
 etapas:
 La
 exploración
 de
 los
 límites
 (el
 momento
de
la
indisciplina),
la
provocación
para
obtener
una
definición
clara
de
 las
normas
y
por
último,
la
asimilación
de
estas
restricciones. El
 proceso
de
 la
inteligencia
consiste
 en
que
el
 niño
 va
 configurando
la
 objetividad,
 tiene
que
 hacer
compatible
sus
opiniones
y
sentimientos
con
las
opiniones
y
sentimientos
de
los
demás.
 El
 proceso
 de
 construcción
 de
 la
 propia
 identidad
 dura
 toda
 la
 infancia
 y
se
 manifiesta
 con
 agudeza
en
la
adolescencia....