Resumen Seminario Xi Lacan. Los Cuatro Conceptos
Clase 2: El inconsciente freudiano y el nuestro 22 de Enero de 1964
Para empezar puntualmente, voy a iniciar mi charla de hoy con la lectura de un poema que, en verdad, no tiene ninguna relación con lo que les diré; pero tiene una con lo que dije el año pasado, en mi seminario, del objeto misterioso, el objeto más oculto, el de la pulsión escópica(pulsión de ver).
Querría que sepan que una de las coordenadas indispensables para apreciar el sentido de esta primera enseñanza debe encontrarse en lo siguiente, en que no pueden, desde donde están, imaginar a qué grado de desprecio, o simplemente de desconocimiento por su instrumento pueden llegar los facultativos. Que sepan que, durante algunos años, ha sido necesario todo mi esfuerzo pararevalorizar ante estos este instrumento, la palabra, para devolverle su dignidad, y hacer que no sean siempre para estos estas palabras de antemano desvalorizadas, que les obligaban a fijar su mirada en otro lugar, para encontrar su solvencia.
Lo que se trata es de combatir algo distinto, que aquí efectivamente podré más a mis anchas designar con su nombre, algo que no denominaré de otro modo quecomo el rechazo del concepto. Por ello, como anuncié al final de mi primer curso, hoy intentaré introducirles en los conceptos freudianos mayores Que he aislado bajo número de cuatro y que cumplen propiamente esa función.
Estas pocas palabras en la pizarra bajo el título de conceptos freudianos, son los dos primeros, el inconsciente y la repetición. En cuanto a la pulsión, es de un accesotodavía tan difícil -en realidad, tan inabordado- que no creo que este año, podamos llegar a ella a no ser tan sólo después de que hayamos hablado de la transferencia.
Solamente veremos la esencia del análisis, especialmente lo que tiene en sí de profundamente problemático, y al mismo tiempo rector, la función del análisis didáctico. Las dos pequeñas flechas que ven indicadas en la pizarra despuésdel inconsciente y de la repetición apuntan hacia el interrogante que viene. Este indica que nuestra concepción del concepto implica que éste siempre se establece como una aproximación que no deja de estar relacionada con lo que nos impone, como forma, el cálculo infinitesimal. Si el concepto se modela en efecto en una aproximación que en realidad está hecho para captar, no es más que por unsalto, un paso al límite, que acaba por realizarse.
Por eso nos vemos requeridos a decir en que pueden acabarse- diré, bajo la forma de cantidad finita- la elaboración conceptual que se llama el inconsciente. E igualmente para la repetición. En lo que se refiere a los otros dos términos inscriptos en la pizarra, El sujeto y Lo real, es con respecto a ellos que nos veremos conducidos a dar forma ala pregunta planteada la última vez: ¿el psicoanálisis en sus aspectos paradójicos, singulares, de aporía, puede considerarse, entre nosotros, como constituyentes de una ciencia? Tomo, en primer lugar, el concepto de inconsciente.
El inconsciente está estructurado como un lenguaje, que remite a un campo que en la actualidad no es mucho más accesible que en los tiempos de Freud. Lo ilustrarécon algo que está materializado en un plano con seguridad científico, con ese campo que explora, estructura, elabora, Claude Lévi-Strauss, y que ha hilvanado con el titulo de Pensamiento salvaje.
Antes de toda experiencia, antes de toda deducción individual, incluso antes de que se inscriban en él las experiencias colectivas que sean, pueden referirse a las necesidades sociales, algo organizaese campo o inscribe en él las líneas de fuerza iniciales. Esa es la función que Claude Lévi-Strauss nos muestra como la verdad de la función totémica, y cuya apariencia ha reducido, la función clasificatoria primaria.
La naturaleza proporciona, por decirlo con su palabra, significantes, y estos significantes organizan de un modo inaugural las relaciones humanas, proporcionan sus estructuras,...
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