Resumen Sendero Luminoso
En el momento de escribir el libro pensé que las personas sensibles a ese llamado fueron losque padecían sed de justicia, los que estaban resentidos con un mundo que les negaba sus derechos. No obstante, sentía, aún oscuramente, que la sed de justicia no es lo mismo que el resentimiento. Y,además, que llamar resentido a la persona maltratada era una injusticia adicional. Todo esto lo sabía pero el hecho es que no fui capaz de elaborar la diferencia entre “sed de justicia” y“resentimiento”.
Desde la publicación del libro he seguido pensando el tema. Y, a propósito de exposiciones y diálogos, creo haber, finalmente, precisado la diferencia, al mismo tiempo sutil y definitiva, quesepara a la sed de justicia del resentimiento. Es sutil porque ambos estados anímicos comparten características decisivas. Me refiero a la ira, y, también, a los deseos de venganza y de restitución.Pero, aunque compartan similar trasfondo, la sed de justicia y el resentimiento apuntan a dinámicas muy distintas. En pocas palabras el resentimiento es voraz e insaciable, nada puede calmarlo; en cambio,la sed de justicia tiene límites y puede ser satisfecha.
El resentimiento anula la capacidad de amar y nos enemista con la vida. Es el enquistarse en el odio y reclamar una venganza infinita....
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