Resumen
Este documento es una invitación abierta a todas las personas (creyentes y no creyentes) a reflexionar y profundizar sobre las cuestiones sociales más actuales. Laencíclica aborda problemas como las economías de mercado, la pobreza, los recursos naturales, las migraciones, o la paz, entre otros. Aunque la encíclica no se propone ofrecer soluciones técnicas nosrecuerda los grandes principios que se revelan indispensables para construir el desarrollo humano en los próximos tiempos.
Así, por ejemplo, Benedicto XVI, denuncia que las causas del subdesarrollo sehallan en la falta de fraternidad entre los hombres y los pueblos, o que para lograr el verdadero desarrollo de todos, es necesario que la humanidad tome conciencia del escándalo y de la vergüenza quesupone el hambre en el mundo, en tantos miles y millones de seres humanos. En lo que se refiere al mercado y a la lógica mercantil, Benedicto XVI recuerda que esta ha de estar ordenada “a la consecucióndel bien común”, que “es la responsabilidad, sobre todo, de la comunidad política”, y que “La economía tiene necesidad de la ética para su correcto funcionamiento: no de cualquier ética, sino de unaética amiga de la persona”.
También se refiere a las problemáticas energéticas; “El acaparamiento de los recursos por parte de los Estados y grupos de poder –denuncia- constituyen un grave impedimentopara el desarrollo de los países pobres”. “Las sociedades técnicamente avanzadas –prosigue- pueden y deben disminuir la propia necesidad energética, mientras debe avanzar la investigación sobreenergías alternativas”. Por último también nos recuerda que “el desarrollo de los pueblos depende sobre todo de ser una sola familia” y que “todo emigrante es una persona humana, que posee derechos que debenrespetados por todos y en toda situación”.
Aunque las afirmaciones de la encíclica puedan resultar de sentido común, lo cierto es que ningún dirigente religioso ni político ha levantado nunca la...
Regístrate para leer el documento completo.