Resumen
Prólogo: a la juventud de América Aquella tarde, el viejo y venerado maestro, a quien solían llamar Próspero por alusión al sabio maestro de la Tempestad shakesperiana, se despedía desus jóvenes discípulos, pasado un año de tareas, congregándolos una vez más a su alrededor. Amplia sala de estudio. Honrar la noble presencia de los libros, fieles compañeros de Próspero. Dominaba enla sala, un bronce primoroso, que figuraba al Ariel de lLa tempestad. Junto a este bronce se sentaba habitualmente el maestro, y por ello le llamaban con el nombre del mago a quien sirve y favoreceen el drama el fantástico personaje que había interpretado el escultor. Quizá en su enseñanza y su carácter había, para el nombre, una razón y un sentido más profundos. //Ariel, genio del aire,representa, en el simbolismo de la obra de Shakespeare, la parte noble y alada del espíritu. Ariel es el imperio de la razón y elsentimiento sobre los bajos estímulos de la irracionalidad; es el entusiasmogeneroso, el móvil alto y desinteresado en la acción, la espiritualidad de la cultura, la vivacidad y la gracia de la inteligencia, el término ideal a que asciende la selección humana, rectificando enel hombre superior los tenaces vestigios de Calibán, símbolo de sensualidad y de torpeza, con el cincel perserverante de la vida. // La estatua, de real arte, reproducía al genio aéreo en el instanteen que, libertado por la magia de Próspero, va a lanzarse a los aires para desvanecerse en un lampo. Desplegadass las alas; suelta y flotante la leve vestidura, que la caricia de la luz en el broncedamasquinaba de oro; erguida la amplia frente; entreabiertos los labios por serena sonrisa, todo en la actitud de Ariel acusaba admirablemente el gracioso arranque del vuelo; y con inspiracióndichosa, el arte que había dado firmeza escultural a su imagen, había acertado a conservar en ella, al mismo tiempo, la apariencia seráfica y la levedad ideal. // Próspero acarició, meditando, la frente de...
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