resumen

Ramos frustró el sueño rojiblanco, prendido a una temporada inolvidable, puesta en valor incluso por el enemigo. El Atlético, en el mejor año de su dilatada y brillante historia, perdió la Copa deEuropa en el último minuto, como le sucedió cuarenta años atrás. El tiempo se detuvo en Lisboa. Los agoreros sonrieron: se acabó el Atlético, adiós al incómodo cholismo, punto final a la anomalía enMatrix. Otra vez, el viejo orden restablecido. Se acabó la moda, decían.
¿Qué equipo podría levantarse de una caída tan dura? ¿Qué grupo habría sido capaz de asumir un hachazo homicida de ese calibre?Casillas confesó que, si eso le hubiese pasado al Madrid, habría sido terrorífico. Arbeloa, que la grandeza del triunfo del Madrid fue mayor por la pelea y el corazón del Atlético, que salióderrotado, pero no vencido. Pero ¿cómo levantarse después de haber acariciado una Copa de Europa por segunda vez y perderla en el último aliento del último minuto? Pues ahí, en ese territorio, con laadversidad por bandera, donde se prueba la fortaleza de las convicciones, el Atlético resurgió. No se arrepintió de su error, sino que aprendió de él y regresó al campo de batalla con espíritu renovado. Y anteel mismo rival, le arrebató la Supercopa, con mérito y justicia. Y para reforzar más su tesis, volvió al centro del ring para golpear al Madrid en Liga. El Atlético no se había ido. Seguía ahí.Seguía siendo ese equipo molesto, esa alternativa de poder que dos temen y el resto admiran.  Se puso de pie, se tragó las manos y sacó las suyas. Y ahí sigue. Pegando. En otro tiempo habría sido un vallede lágrimas y se habría abandonado meses, llorando una Copa de Europa perdida. Este equipo no. Este puede morir, pero no sin pelear. Está en su genética. En su himno: peleas como el mejor.
El Atléticose levantó porque no es una moda, sino una forma de vida. Si se trabaja y se cree, se puede.   Abrazado al cholismo, el Atlético se ha instalado en el ático de los grandes. Nuevo estatus, viejos...