RESUMEN

RESUMEN DEL ARTICULO PSICOANÁLISIS, HISTORIA Y SINGULARIDAD
Freud proponía la historización para dar cuenta del tratamiento analítico. Y por otro lado con una orientación a la cura “Hacer conciente lo inconsciente”. Los esfuerzos por ligar lo traumático, por hacer cadena con las “huellas mnémicas no ligadas del tiempo primordial”, se desplegarán jerarquizadamente en torno a ese códigosimbólico por excelencia que es la cronología.
Lacan identifica al inconsciente con aquellos capítulos censurados de la historia del sujeto. Ha jugado con el equívoco homofónico entre “souvenir” (recuerdo) y “sous-venir” (venir de abajo) y toma en cuenta que la rememoración es el volver a tornar habitables para el sujeto, aquellas representaciones de las que fue desalojado por esfuerzo de la represión.Posteriormente Lacan insistía en señalar los topes de una práctica centrada exclusivamente en la historización. “Puede jerarquizarla como vía de acceso al núcleo Real” que se dibuja en sus bordes. Es que en la cura analítica es posible, sí, prescindir de la historia…¡Pero a condición de servirse de ella!. Ha sido criticado recurrentemente. La influencia que ciertas categorías freudianas y sureformulación por Lacan, han tenido y tienen en el cuestionamiento y problematización de la noción tradicional de historia.
El término “meta-historia” en oposición a “historia efectiva”. Ciertos ejes de la reflexión actual sobre la historia, que interpretaremos como marcas de un viraje desde una perspectiva meta-histórica, hacia un enfoque abierto a la historia efectiva.
La historia un relato.
Lanoción de verdad histórica es relativa, la frase de “La verdad histórica no es lo que sucedió; es lo que juzgamos que sucedió”. Se va afirmando una concepción de la historia en tanto relato abierto como tal a sucesivas re-escrituras. Como lo que Freud y su modelo de una temporalidad no convencional, lo que trata en su concepción del trauma en dos tiempos, el a posteriori.
Historia y pasado
Elpasado, en tanto “idéntico a su existencia”. El analizante nunca accede a su pasado en forma inmediata, si no por el sesgo de una necesaria mediación simbólica: Al hablar de él (o al pensarlo), lo historiza.
Pensar o hablar del pasado supone entonces hacerlo ingresar al desfiladero del significante del cual emerge articulado como relato histórico, que admitirá tantas revisiones como nuevos“juicios sobre lo sucedido” pueda formular el sujeto.
Las nuevas versiones de la hasta entonces historia oficial del analizante interesarán en términos de eficacia analítica, no tanto por la ampliación de conocimiento que sí que proponen (la cura no es una versión sofisticada del “conócete a ti mismo”) Si no fundamentalmente por las nuevas posiciones subjetivas que habilitan, y por el mayor sosténsimbólico que brindan los significantes recuperados de la represión.
La modificación de la posición del sujeto, su división se actualiza ahora en un nuevo significante que, en tanto recuperado de la represión, supone un incremento en la aptitud ligadora del aparato que permitirá, en sucesivas aproximaciones, el trazado de los bordes de lo que en esa cura se habrá constituido como resto traumático.Estructura e indeterminación: lo no historizable
En la elaboración progresiva del registro de lo real y en el esfuerzo por transformarlo de obstáculo en el recurso utilizable por el analista, Lacan usa la categoría aristotélica de Tyché (Azar). Aquello que en el curso del análisis escapa a los esfuerzos de historización. Dimensión de lo no historizable que en el despliegue de la transferenciarebasa el marco de las series y de los clichés freudianos para afirmarse en una perspectiva irreductible de singularidad.
Esta categoría intenta circunscribir aquello que la experiencia contiene de apertura a lo inédito y contingente. Propone un desafío y escándalo teórico de reservar un lugar para el azar y la indeterminación en la aproximación a los determinismos de estructura.
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