Resumen

¿El ser economista puede darnos alguna ventaja a la hora de tomar decisiones de bienestar o es solo prepotencia?
Es la pregunta que yo me hago al leer este capítulo, de suponerse así los economistasserían los más exitosos, tomarían siempre las mejores decisiones, nunca entrarían en quiebra, tendrían grandes negocios y cantidades descomunales de dinero, las mejores casas, los mejores autos,incluso más estudios en otros campos que no fuesen la economía únicamente. Pero, ¿por qué no es así?, ¿por qué existiendo la posibilidad de mejores decisiones aun siendo economistas muchos cometenerrores? El autor del libro habla puntualmente del mercado de valores, yo concuerdo al preguntar por qué los economistas son los que más fallan en el momento de tomar decisiones determinantes en lascuales, en vez de ganar dinero se pierde la inversión. Cabe aclarar que esta no es la totalidad de los casos, pero si sucede muy a menudo. Si bien los economistas pueden hablar de una ventaja a la hora deinvertir - como lo tienen los ingenieros en sus áreas o los músicos en las suyas- parece no resolver la pregunta a la mejor forma de comprar acciones de tal forma que generen una utilidad y no unaperdida. Es entendible que esto de “adivinar” sea complicado, y al parecer ni la leve ventaja que diga llevar el economista ayuda a evitar grandes pérdidas o que no se genere una utilidad como se espera.En el sexto capítulo economista camuflado, Tim Harford hace referencia al mercado de valores. Al explicarlo, el autor utiliza como ejemplo a un hombre que tomo un camino diferente a los demás. Lasdecisiones de Tony Dye fueron poco dogmaticas, muy descentralizadas del pensamiento del economista común, su decisión de transformar gran parte del dinero de sus clientes en efectivo y convertirlo encuentas de ahorro fue una bomba y la peor decisión que se pudo haber tomado revisando el éxito de la empresa en este mercado por esos momentos.
El adoptar decisiones propias puede tener sus riesgos,...