Resumen

Resumen: El estilo y Modelos de lengua, Humberto Hernández
Rodríguez Barrios, Francisco José

Actualmente, son muchas las personas y poco desdeñable el número de periodistas que interiorizan, ensu uso habitual de la lengua, las pautas sugeridas por los libros de estilo de los diversos medios de comunicación. Y es que existe quien asocia la norma lingüística inmediatamente a un honorablelibro de estilo, que, al final, no es más que eso: un libro para un estilo.

Estos manuales no sólo regulan aspectos éticos, ortográficos u ortológicos por los que los miembros de sus plantillas debeninclinarse ante cualquier duda, sino que dan un paso al frente, e incluso, llegan a omitir el seseo, definiéndolo pues como un uso erróneo en la oralidad de su usuario. No obstante, si esto fuese lopeor la calma presente estaría, mas no podemos obviar que unos artilugios como los medios de comunicación no se pueden permitir el lujo de estas, por llamarlas de algún modo, discrepancias. No en unperiódico visto por miles, no en un medio cuya responsabilidad lingüística es gigantesca.

Y es que eso del estilo, tanto en la escritura como en la oralidad, es algo tan buscado y ansiado que, enmuchas ocasiones, se ignora la incapacidad de codificarlo de manera clara y rigurosa. Nos encontramos pues, ante una situación en la que los que quieren crear un estilo lo hacen sin miedo a infringiruna norma con una razón, cuando menos justificada, y en la que aquella búsqueda de estilo se convierte en un mal vehículo de transmisión de un bien tan grande como la lengua.

Por estas razones, esmás que una recomendación las frecuentes visitas a los diccionarios y manuales más recomendados como pudieran ser el de María Moliner, el de Manuel Seco o el de la Real Academia por poner algunosejemplos. Así pues, seremos más conscientes de la norma que, al fin y al cabo, si en ocasiones queremos violar para hacer un uso diferente, un estilo, es preciso al menos conocerla.

Los periodistas...