Retórica antigua



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“El antiguo ‘arte’ de la comunicación eficaz: la dimensión retórica de la comunicación”

Por Fabio Tropea



La dimensión persuasiva, en efecto, es la que más ha de interesarnos en el estudio de la actividad comunicativa humana. Desde luego, no se trata de una actitud novedosa, ya que esta dimensión ha sido estudiada, a lo largo de toda la historia denuestra civilización humana, de forma incluso muy sistemática y sofisticada.

Entre todas las aproximaciones históricas a este ámbito de problemas, una disciplina ha reinado soberana por más de veinticinco siglos, desde el siglo V a.C. hasta el XIX d.C.: la Retórica.

Que no engañe el aura de connotaciones negativas que suelen acompañarse a la mera pronunciación de este término, o sea“retórica” igual a “falsedad” y “vacío”. A pesar del descrédito que al final del siglo pasado la cultura romántica (como veremos más adelante) echó sobre ella, esta disciplina constituye una fuente extraordinaria de reflexión para todo estudioso de fenómenos de comunicación. En realidad, lejos de ser sólo mera adjetivación despectiva, la retórica se desarrolló y amplió enormemente, a lo largo de muchossiglos y con fuerza e intensidad creciente. Fue a la vez tejné, o sea arte, en el sentido clásico del término; didáctica, al constituirse como una disciplina específicamente pedagógica; “ciencia”, con campo de observación y principios de clasificación autónomos; práctica social normativizada, con reglas que llegaron a ser estrictas; y finalmente práctica lúdica, o sea motivo de parodia, risa ydescalificación, como todo discurso oficial importante1.

La importancia y la persistencia de la retórica antigua (y la razón por la que aquí nos ocupamos de ella) se deben, indudablemente, al hecho fundamental de ser una disciplina que no se ocupa de la Verdad sino que de lo verosímil. A diferencia de la lógica y de la dialéctica, y por supuesto de la teología, esta disciplina no buscó nunca laverdad ontológica, sino los efectos a través de los cuales un discurso parece dotarse de esa cualidad. O sea, la verdad no como una iluminación o un principio externo a la realidad del discurso sino como un argumento manipulable. Dicho de una forma más consecuentemente retórica, la eficacia del discurso no en “la fuerza de la razón” sino en “unas razones fuertes”.

La retórica antigua, alperseguir efectos de discurso, reivindica la dimensión pública del lenguaje, o sea el hecho de que el lenguaje siempre plantea la existencia de un público que juzga, evalúa su contenido. El lenguaje que interesaba a los rétores, a Aristóteles como a Cicerón y en Atenas como en Roma, era esencialmente el que se daba en los foros y en las plazas, en lo político y lo comercial, lugares en donde se hace másevidente la triangulación entre quien dice, lo dicho y los que escuchan lo que se dice. Pero más allá del problema del lugar, que determinó la clasificación del discurso retórico en géneros (judicial, deliberativo y luego epidíctico) lo que aquí se quiere resaltar es que la propia dimensión fundamental del discurso es persuasiva, según un principio teórico que hace extraordinariamente moderna laaproximación retórica al estudio del lenguaje. Lo que se busca, con y en el lenguaje, es la persuasión, una persuasión que es (como veremos a continuación) tanto lógica como psicológica, y que será fruto de una interpretación inducida, y no de la adhesión espiritual del público a través del reconocimiento de una verdad preestablecida. Pero antes de continuar con el desarrollo de los puntos demayor relevancia y validez (de los límites también escribiremos, más adelante) de la retórica antigua, vamos a ver, en síntesis, en qué consiste esa tejné2, de qué partes está constituida y cuales características pueden interesar a todo estudioso o comunicador social.

2.1. La tejné rethoriké
Una de las preocupaciones principales de la Retórica, una inquietud que después de la Edad Media...