retiro
Retiro espiritual para comunidades salesianas
Eugenio Alburquerque
Yo he venido para que tengan vida y la tengan en abundancia
(Jn 10, 10)
Quizás estamos más acostumbrados a reflexionar sobre la vida humana desde la perspectiva
moral que a contemplarla desde una perspectiva espiritual. La intención de esta charla es situarnos
ante la vida humanaespiritual y pastoralmente.
El Rector Mayor comienza el comentario espiritual al Aguinaldo con el texto bíblico Sab 11,
24-12,2, en el que Dios se manifiesta biófilo, amigo y amante de la vida. Ama a todos los seres. No
puede odiar nada de lo que amorosamente ha creado. Si la vida humana brota del mismo espíritu de
Dios, si es soplo divino, si somos creados a su imagen y semejanza, necesariamente sobrenuestra
existencia se cierne el amor divino. Ciertamente, Dios da la vida por amor, la mantiene en el amor y
la destina a amar. Y es el amor del Dios amante de la vida, el que nos insta a amarla con pasión, a
promoverla como un servicio responsable, a defenderla con esperanza, a anunciar su valor y su
sentido especialmente a los jóvenes más débiles e indefensos, a cuantos navegan a la derivaentre el
vacío y la zozobra. Seguidores de Jesús, estamos llamados a dar vida en abundancia.
1. Dios ama la vida
En el centro del mensaje cristiano está el amor; y esto significa precisamente que en el
centro del cristianismo está la vida. Porque el amor es, ante todo, vida; es la expresión más honda y
determinante de la vida humana. Si hay algo claro en el relato bíblico de la creación esque todo lo
que es vida en la tierra, proviene de Dios, del amor de Dios, y que esa vida tiene su punto
culminante en la creación del ser humano. Dios es amigo y amante de la vida, por ser su “principio
y fundamento”. Ama la vida porque la da sin merecerla previamente; la ama porque la sostiene, la
cuida, la protege, incluso la de aquellos que no lo merecen. Amar es oficio divino, su más naturalocupación. En eso consiste Dios: “… el amor es de Dios, y todo el que ama ha nacido de Dios y
conoce a Dios. Quien no ama no ha conocido a Dios, porque Dios es Amor” (1 Jn 4, 7-8).
Desde las primeras páginas del libro del Génesis manifiesta la Sagrada Escritura, la fe y la
convicción profunda de Israel de que la vida proviene de Dios y hay que vivirla ante Dios, que la
tutela y protege. Esuna bendición de Dios que hace brillar en ese regalo su misterio y su
generosidad. Es el mayor de los bienes que Dios puede conceder. Continuamente resalta la Biblia la
relación directa de la vida con Dios. La vida del hombre viene de Dios; es, como destaca Juan Pablo
II, “un don con el que Dios comparte algo de sí mismo con la criatura” (EV 34). Dios es el único
señor de la vida, el hombre nopuede disponer de ella. Vida y muerte están en las manos de Dios.
Toda vida viene de Dios y Dios la protege. No crea al hombre para dejarlo morir, sino para que viva
(Sb 1,3; 2,23). Porque Dios ejerce su poder con cuidado y solicitud amorosa hacia sus criaturas.
Para Jesús la vida es un don precioso, “más que el alimento” (Mt 6,25). Salvar una vida
prevalece incluso sobre el sábado (Mc 3,4).Especialmente en el evangelio de san Juan, la vida es un
valor central. Se refiere sobre todo el evangelista a una vida “eterna” y definitiva, es decir, a una
vida que trasciende esta vida, a la vida que Dios comunica a sus hijos y que tendrá su consumación
última más allá de este mundo. Pero conviene precisar el sentido de esta “vida eterna”. Con
frecuencia la teología y la espiritualidadcatólica han hablado de la vida eterna como de otra vida
que no es esta vida. Y cuando hablaban de esta vida, se referían a la “vida divina”, a la “vida de
gracia”, a la “vida sobrenatural”, a la “vida consagrada”, a la “vida espiritual”, etc. Es decir, formas
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de hablar que indican en realidad que cuando se habla de la vida no se la entiende como el común
de los mortales la entiende, sino...
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