Retrato de mi amada
Mi amada no espera de mí que gane dinero y trepe.
Ella prefiere esa otra forma de ascensión
que es como subir a las terrazas de la infancia, como hundirse en un
sueño.
Mi amada es un arca de maderas resinosas en la que me he embarcado
con los animales mansos y bravíos de mi sangre,
con mis pertenencias.
Como un cuervo he volado fuera de ella, pero no he hallado donde posarme;
como una paloma he volado fuera de ella, pero no he hallado donde
posarme.
Un granero embrujado es mi amada: cuanto más devoro su trigo
magnífico más crece mi hambre y el grano más se multiplica;
su cuerpo siempre incendiado me entrega una música inaudible: en su
silencio, como en los rieles, escucho al tren que nunca llega.
Donde posa su mano se abre una herida de dolor dulce y lento,brota el
agua, florece un canto.
Sal y azúcar, mi amada; comunión y ruptura.
Es cal y es arena.
Abro muy bien los ojos: me gusta verla por fuera.
Verla por dentro lo dejo para cuando no estamos juntos
o para cuando estoy dormido.
En casa
Madre: al anochecer llego a preparar la cena.
El pan es arena en la pared de mi garganta;
arena enturbia mi vino; arena en mi agua.
Fuera es invierno y llueve hoy,madre.
Llueve en mí.
Ninguna voz apaga la voz de la lluvia en mí
y ya he memorizado mis casetes y mis libros.
Tengo una historia que contar, madre,
y no timbra el teléfono; ni el casero
llama a mi puerta.
Si intento escribir me sale arena.
No polvo ni barro: árida y áspera arena.
Madre,
enséñame a hablar con Dios:
tú conoces
su idioma.
Cuidado del cuerpo
Lo único tuyo es el cuerpo.
Cuídalo. No esmás precioso el oro.
Protege sus bordes. Una mano torpe puede dejarlo como a un santo de
iglesia pobre.
Frótalo con mirra y benjuí.
Dale a tu cuerpo lo más rico y más sabroso.
Asegúrate de que a tu cuerpo lo rocen vientos cálidos.
Que te abrasen los brazos que te abrazan.
Un cuerpo envuelto en frío florece moscas y gusanos.
Por voluntad no hagas nada contra tu cuerpo.
Él tiene un animal propio,insomne,
que desde adentro siempre está devorándolo.
El creador y su ayudante
“No ha secado la arcilla del hombre y aún es cosa frágil, como los dedos esmaltados de un ángel. No lo cojas. No sea que se te resbale y, vuelto multitud de trozos inservibles, inicie un peregrinar de huérfano entre las demás criaturas. Ni siquiera lo toques. Puede quedar marcado con las líneas de tu mano y entoncesandará cumpliendo, a medias, un destino ajeno a su materia. Vela mientras me solazo en el sueño. Saltando de astro en astro viene el mensajero que trae el fuego. Permanece atento y no vayas a cerrarle la puerta”.
Eso dijo el Creador, y se durmió.
Lo despertó un campaneo sordo de tiesto que se rompe. En un extremo del taller, el Ayudante Oscuro sonreía.
Así haber amado
Si encuentras a una mujerque por dentro guarda el misterio de las cosas, ámala
como si sólo para amarla hubieras nacido,
como si nada, ni tu vida, importara más que amarla.
Si vas a la guerra, no puedes morir porque tu obligación es regresar
a seguir amándola.
Podrás amar a otras mujeres,
podrás amar al trabajo, que tanto suele amarse,
podrás amar a la poesía o a la música.
Pero tu oficio verdadero es amar mansamente a laque se pasea por tu
corazón
y entonces tú lo arreglas para ella como a un salón de fiestas.
Si te ofrecen un reino, antes de aceptar piensa cuánto dejarías de amarla
por estar cuidándolo.
Al final de los tiempos se te juzgará según hayas amado a esa mujer
que tiene tu corazón en sus manos
y lo pulsa y le saca dulces ondas,
la que de tu corazón hace un arpa de oro y nácar.
Escucha el nombre deesa mujer
en las notas del tenor y de la soprano, en las repeticiones del coro y en
los acordes del órgano de la catedral.
Quizá los hombres vayan por el mundo dando gritos de dolor,
enturbiando cuanto dicen con gritos de dolor,
pero si dicen su nombre deberás oírlo como si fuera un canto.
Si amas a una mujer que por dentro guarda el misterio de las cosas,
ámala
sin esperar nada a cambio.
Si...
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