Retrato Del Colonizado
Al comparar la literatura escrita con la personalidad delpuertorriqueño me di cuenta que existen un sin números de atributos que son similares y les caen como “anillo al dedo” al puertorriqueño, pero a su ves encontré y diferí de varios aspectos que Memmi destaca. Para Memmi los signos habituales, como los son “…amor agresivo a la bandera, utilización de canciones patrióticas, son raros en el colonizado” (Memmi 106) eso no se ve en Puerto Rico. Elpuertorriqueño se desvive por su nacionalidad, el sentido patrio se lleva en las venas. El puertorriqueño seguiría siendo puertorriqueño aunque naciera en la luna como muy bien lo recita Juan Antonio Coretjer en su poema con el título, que menos patriótico podría ser, “Boricua en la luna”. Es cómico ver como en las navidades cada familia se reúne, no tan solo a cachetear comida y darse cuatro palos, sino allevar a cabo una fiesta donde el jolgorio está por la maseta, con canciones que en ningún otro lado se escuchan. Canciones que nos identifican. Que si estas fuera de la isla y de casualidad escuchas un “dame la mano paloma” sabes que hay un boricua muy cerca de tí.
Este tipo de comportamiento no solo pasa en navidades, esto ocurre los 365 días del año. El puertorriqueño es agradecido y me atrevo adecir bendecido, de decir que la isla del encanto es su patria, Puerto Rico.
Eso de que “ el amor por el colonizado se halla sustentado por un complejo de sentimientos que van desde la vergüenza hasta el odio por sí mismo” (Memmi 127), no define ni señala al puertorriqueño. A la hora de la verdad cuando escuchamos que un boricua compitió, ganó y representó o como dicen por ahí “la puso en laChina” el lucimiento se nos sale hasta por los poros. El puertorriqueño está celebrando esa victoria ajena, pero no menos boricua, por una semana y diría, con exageración, que lo sigue de corrido para lo otra semana. El puertorriqueño tiene identidad propia y jamás va a renegar de ella. Por mínimo que sea siempre hay un pedacito de isla en cada puertorriqueño.
En mi perspectiva lo adquirido por elcolonizado no ha diminuido nuestras costumbres sino que simplemente integramos las de “ellos” y las moldeamos a lo nuestro. Es difícil decir que la ambición de todos los puertorriqueños es “igualar a ese modelo prestigioso parecérsele hasta desaparecer en él”(Memmi 126) por que realmente lo que se copia del colonizado es lo que se proyecta a través de la televisión. Sí, el puertorriqueño...
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