Retrato en un mar de mentiras
Y nos ayuda a olvidar ciertas líneas del diálogo que editorializan fuera de tiempo, ciertos momentos alegóricos que le reclaman al espectador una sola interpretación, ciertos paréntesisnarrativos, de carácter paródico, que por poco desarticulan la tragedia.
Quizás sea ese el gran riesgo que corren todos los relatos de carretera: que, de estación en estación, de obstáculo en obstáculo,se vaya perdiendo el interés; que el nuevo personaje secundario no sea tan interesante como el anterior; que la meta no sea digna del recorrido.
Retratos en un mar de mentiras es el viaje de dosprimos, el astuto Jairo y la traumatizada Marina, desde la Bogotá menos hospitalaria que uno se pueda imaginar hasta la costa atlántica más peligrosa que se puede visitar, en busca de las tierras queles arrebataron los sangrientos paramilitares cuando apenas eran un par de niños. Todas las supuestas verdades de estos últimos años, desde "Colombia se ha vuelto un lugar seguro" hasta "Colombia espasión", son puestas en duda en ese trayecto a bordo de un destartalado Renault 4: sí, cómo no, "este país es muy bello", como dice, en un atípico momento de debilidad, el protagonista dicharachero...
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