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LA VANGUARDIA

REVISTA
•2

MIÉRCOLES, 15 DE MARZO 1995

La niñaque
contólo
inexplicable
La humanidadsiguereleyendo
el
diariodeAnaFrank50 añosdespués

A

M.a PAZ LÓPEZ

hora
tendría 65 años y proba
blemente no sería tan conoci
da. Ana Frank, la adolescente
judía que, escondida en una
buhardilla de Amsterdam, es
cribió el más desgarrador do
cumento sobre el holocausto, sigue conmo
viendoconciencias cincuenta años después
de su muerte en el campo de concentración de
Bergen-Belsen, en un día de un lluvioso mes
de marzo de 1945.
Ana Frank, de 15 años, y su herman.a Mar
got, de 17, murieron de tifus en Bergen-Belsen
tras un doloroso periplo por los campos de
Westerbork (Holanda) y Auschwitz (Polonia)
y a apenas dos meses de la liberación de Ho
landa. Su muerte, insignificante y diminuta
entrelos seis millones de personas asesinadas
por los nazis durante la Segunda Guerra Mun
dial, confirió mayor dramatismo a su diario,
redactado en la clandestinidad durante dos
años y dos meses de terrores y esperanzas.
“Me siento como si estuviera pasando unas
vacaciones en una pensión muy curiosa”, es
cribió, confiada en el pequeño armario girato
rio que, atiborrado de cartapacios y libros, camuflaba una angosta escalera que llevaba a un
anexo con varias habitaciones. Allí se cobija
ron los Frank (Edith y Otto, con sus hijas,
Margot y Ana), y cuatro personas más, a los
que Ana cambió los nombres en su diario. Pri
mero llegaron los Van PeIs, que Ana bautiza

sólo pueden hacer la compra de las 15.00 a las
1 7.00 horas...”, recita Ana en su diario, como
si la cosa no fuera con ella.
Fue supadre, Otto Frank, quien le regaló el
diario el 12 de junio de 1942, día en que Ana
cumplía 13 años, y la muchacha, amante de
las letras y enemiga de las matemáticas, lo
acogió jubilosa. Por poco tiempo. Apenas un
mes más tarde, un citatorio de las SS reclama
a Margot Frank para enviarla a un campo de
trabajo. El padre, que lleva meses enviando
ropa y enseres a un escondrijo, reúne a su fa
milia y aldía siguiente, 6 de julio, se dirigen al
número 263 de Prinsengracht, sede de Opek
ta, compañía holandesa de fabricación de
mermelada de la que Otto Frank es director.
En la buhardilla hay varias habitaciones que
pueden pasar fácilmente inadvertidas.

E

Conmovedoroptimismo

personal
l
de la oficina (Viktor Ku
gler, Johannes Kleiman, Bep Vos
kuijl y Miep Gies, que aún vive) asu
me la peligrosatarea de cuidar de los
escondidos. El miedo a ser detenidos
(“atroz”, llora Ana) y la convivencia obligada
en espacio tan reducido crispan el ambiente y
generan peleas (“honestamente, a veces ya ni
sé con quién estamos reñidos y con quién he
mos vuelto a hacer las paces”). En su diario, la
joven judía muestra su desaforado amor por
su padre y su desprecio por su ma
dre (“no sé qué actitud adoptar:no puedo refregarle debajo de las
narices su dejadez, su sarcasmo y
su dureza”), junto con los proble
mas de la adolescencia. Curiosa
mente nunca se cuestiona por qué
los judíos sufren persecución.
1
La edición definitiva del diario,
realizada en 1986 tras un informe VERANO DE 1940. Ana Frank, en su casa de Amsterdam
pericial para verificar su autenti
cidad, sacó a la luz fragmentos
inéditos,eliminados por su padre,
único superviviente de los escon
1
didos. Otto Frank suprimió refe
rencias sexuales y duros comenta
rios de la joven contra su madre y
• La última edición del dia
escondite, los Van Pels, via
demás ocupantes del anexo, de los
rio asegura que Ana Frank
jan en el mismo vagón.
que se burla sin piedad. “Cuando
murió el 9 de marzo de 1945,
El mismo día de su llegada
alguno de losocho abre la boca
pero la fundación que lleva su
a Auschwitz, 549 personas
para contar algo —explica Ana,
nombre sostiene que falleció
fueron enviadas a las cáma
mordaz—, los otros siete ya saben
en las dos últimas semanas
ras de gas, entre ellos Herman
cómo seguir contando la historia.
PAULHURSCHMAL
del mes. Se sabe que ambas
van Pels. Ana, de 15 años, se
Miep Gies, única supervivientede los...