Revelaciones - Parte Dos

Revelaciones: Parte dos.

"Sueñen hermanos, mientras puedan..."

Durante un momento, permanecí en silencio, observando el suelo, mientras el viento rebanaba mi cuerpo, y para ese momento yo pensaba que todo lo que estaba experimentando era un sueño, un trance, algo totalmente irreal, pero estando consciente, en un sueño, uno no tiene más remedio que creer que todo es posible, todo. Mi mentese vio invadida por imágenes absolutamente dolorosas, del fantasma que no me deja ser, a quien hoy estoy rendido sin saber por qué, a ese espectro que terminé siguiendo a prisa, sin que llamara mi nombre, a él, mi miedo de media noche, mi frescura cuando la mañana apenas nace, un gato loco que anda medio enamorado de la señorita rock & roll, aunque no lo confiese; fue entonces que más injustaconcebí la vida. Si he de despertar, volveré a la realidad que nos separará, a la realidad que nos mantiene unidos a través de su honesto dolor y daño, al violento estado de la tentación, de la inútil expectativa, de la esperanza, incluso de la fe. Durante toda mi vida había estado rendido a los pies de un fantasma, que anuda mis pulmones, y me arranca el corazón sin siquiera tener consciencia de ello.Era hora de terminar el ciclo, era hora de cerrar el círculo, y con todo el dolor de mi alma, me di media vuelta y me proponía de un salto volver al techo del gigante de concreto. Pero repentinamente una ráfaga de aire chocó contra mi pecho y contra mis piernas, no pude evitar tropezar con una pequeña grieta que había en la baranda. En un segundo me vi cayendo a toda velocidad.

Kilómetros.Eso es la altura que yo en mis cinco sentidos, o en un laboratorio de física, le calcularía al inmueble, por la duración de mi caída. Cada ventana, cada balcón, cada grieta en la pared pasaba por mis ojos a toda velocidad, el aire que golpeaba contra mi espalda estaba congelado y convertía en hielo mis pulmones, mi corazón latía como un millón de tambores, mi sangre circulaba con gran rapidez, y noescuchaba otra cosa que el golpear del aire contra mis orejas. Aunque era una noche oscura, podía distinguir las ventanas del inmenso edificio pasar frente a mis ojos por el reflejo que le regalaban a la luna. Del otro lado sólo veía el resto de la ciudad desde una perspectiva peculiar, y debajo de mi, el suelo, la calle desierta y húmeda reflejando las estrellas. No podría describir con palabrastodo lo que pasaba por mi mente mientras caía, me sentía despierto, con los ojos abiertos, no me quedaba más que pensar en su mirada y su asesina sonrisa, en sus brillantes ojos del color del tabaco, en esa manera que tiene de estar en el mundo, en esa forma que tiene de hechizar a las personas, hechizo que podría hacerme recorrer el mundo, o saltar de un edificio, hipotéticamente. Curiosamenteno sentía miedo, ni siquiera un poco, pues el miedo se había quedado en las alturas, pegué contra algo duro que salía del gran edificio, y no sentí dolor, giré. Veía la luna alejarse a gran velocidad, y me sentía salvajemente invadido por un instinto animal, seducido por la luz del helado corazón del cielo, mi alma aullaba mientras seguía cayendo, si tan solo pudiera describir la bestia que habíaen mi. Los nervios desataron una inaudita risa en mi, y no podía dejar de imaginar la sangrienta escena que se formaría cuando mi cuerpo diera contra el suelo. Habían pasado minutos, quizás horas y cada vez tenía más seca la boca y más erizado el cabello por el roce del viento en mi contra. Era tan largo mi desplome, que hasta pude recuperar el sentido de la comodidad y acomodar mi cuerpo a miconveniencia, estaba acostumbrado a caer, y no tenía miedo de morir.

En un instante, sentí como mi espectro se salía de mi boca, y entonces sentí un tremendo golpe en la espalda, la caida había terminado, y por un momento pude notar que la oscuridad también. Me encontraba sumergido en un fondo azul iluminado por una brillante luz que cortaba el escenario. Desde que sentí el golpe, la caída se...