REVOLUCI N ORIENTAL
La Revolución Oriental de 1811 se caracteriza por ser original con respecto al resto de las Revoluciones
Hispanoamericanas.
“Fue una Revolución de multitudes campesinas, no de minorías ilustradas urbanas como el golpe del 25 de mayo de
1810 en Buenos Aires”.
La Revolución nació como una protesta rural ante las medidas tomadas por las autoridades españolas de Montevideo.
La ciudad, Montevideo fue el foco contrarrevolucionario, le siguió fiel a España por razones militares, políticas,
sociales y económicas. Esto fue original ya que la mayoría de las revoluciones de la época siempre comenzaron en
la ciudad, centro desde el cual la insurrección progresaba. Otra originalidad de la Revolución fue la radicalización con respecto al resto de las revoluciones, esto se debió a “la
influencia de las anárquicas multitudes gauchescas y malhechoras” en el caudillo que la dirigió. Ideas radicales como
república, federalismo y política de tierras son pilares de su acción revolucionaria.
El afán por la igualdad llegó a ser casi obsesivo en Artigas, y para esto era necesario una organización
nomonárquica, y autonomías militares, económicas y políticas. La Revolución se fue radicalizando cada vez más en la práctica y en la teoría.
El movimiento que comenzó en febrero de 1811 se caracterizó por ser policlasista; agrupó a toda la población de la
campaña, sin distinción de razas ni de posiciones sociales, lo que la diferencia del resto de las revoluciones Hispanoamericanas ya que el movimiento revolucionario se dio en la ciudad con la aristocracia criolla.
El movimiento revolucionario estaba compuesto por tropas irregulares, estaba poseído de un entusiasmo
extraordinario.
La aparición del caudillo, hombre rural a quien siguen las masas territoriales, cuya autoridad emana de la
proclamación espontánea e imperativa de las multitudes gauchas e indígenas que no obedecen a las ordenes de la
ciudad, sino que siguen inspiraciones y normas propias. La clase alta de la Banda Oriental no vio la Revolución Artiguista con simpatía por los efectos que ésta causaría en
la economía y en la ciudad de Montevideo.
“El levantamiento de la campaña contra el poder español es una “rebelión de instintos”. Nada sabe el gaucho de
régimen de gobierno, ni de Leyes de indias, ni de derechos políticos, ni de libertad económica, ni de autonomía nacional; solo sabe una cosa: odia al godo.
El godo es para él, la dominación orgullosa, la autoridad arbitraria, el despojo de la libertad y de la tierra. Para el
indio es la conquista que lo arroja de su suelo; para el matrero la policía que lo persigue, encarcela y mata; para el
peón es la alteraría patronal que relega y humilla, para todos es la injusticia opresora que se impone por la fuerza.” Toda ésta originalidad explica lo que somos ahora.
Las masas de la revolución se vinculan fuertemente al líder (Artigas). Éstas ayudaron a radicalizarlo y él influyo en
ellas; se produjo una interacción mutua muy profunda.
“Artigas era verdaderamente un hombre de hierro. Cuando concebía un proyecto no había nada que lo detuviera en
su ejecución…” “Original, en sus pensamientos como en sus maneras, su individualidad marcada hería de un modo profundo la
mente del pueblo.”
“Activo pero silencioso, hablaba muy poco y sus órdenes más terminantes se expresaban por el lenguaje mudo que
pedía la vida o la muerte de los gladiadores. Sereno y fecundo en arbitrios, siempre se mostró superior al peligro.”
“Manuscrito” redactado en 1841 en Montevideo. Carlos Alvear, enemigo de Artigas, habla de la enorme significación del caudillo sobre los hombres del pueblo:
“Artigas fue el primero que entre nosotros conoció el partido que se podía sacar de la brutal imbecilidad de las clases
bajas, haciéndolas servir en apoyo de su poder, para esclavizar las clases superiores y ejercer su poder sin más ley
que su brutal voluntad.”
GRITO DE ASENCIO: ...
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